EDITORIALA

Solamente la libertad pondrá fin a la injusticia

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo rebajó las condenas impuestas por la Audiencia Nacional a los ocho jóvenes de Altsasu implicados en una reyerta nocturna con dos guardias civiles y sus parejas en la madrugada del 15 de octubre de 2016. Las penas reducidas van desde los 9 años y medio de cárcel, la más alta, hasta el año y medio de prisión, la más baja. En consecuencia, los siete jóvenes encarcelados continuarán en prisión. El fallo básicamente corrige la aplicación de agravantes: considera que no es aplicable el agravante de discriminación y retira el agravante de abuso de superioridad en el delito de atentando –por no ser aplicable–, aunque lo mantiene para los delitos de lesiones.

La nueva resolución judicial, si bien rebaja un poco las penas impuestas a los jóvenes de Altsasu, se limita a subsanar aspectos colaterales del fallo de la Audiencia Nacional, pero no entra a valorar el fundamento de la injusticia que se cometió contra estos ocho jóvenes al acusarles de atentado y juzgarlos en Madrid por una pelea de bar. Desde este punto de vista, el veredicto más que un intento de corregir errores previos parece destinado a intentar blanquear el funcionamiento de la Justicia española. El Tribunal Supremo trata de proyectar una imagen de la judicatura como una institución que funciona correctamente, con capacidad para impartir justicia y autorregularse, que cuenta con mecanismos correctores capaces de enmendar y corregir actuaciones erróneas. Una imagen insostenible en un Estado español completamente podrido por el soborno, el cohecho y el espionaje. Una corrupción que afecta a todas sus estructuras, tanto políticas como empresariales, y en la que la judicatura es una parte más.

Las madres y padres de los condenados señalaron que el fallo da continuidad a la injusticia. Ciertamente, solo la libertad pondrá fin a una injusticia que ha convulsionado a Altsasu y a la sociedad vasca, pero que ante todo ha dañado una parte sustancial de la vida de esos jóvenes.