Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

Más allá de las amenazas

Las amenazas del presidente turco R.T Erdogan han vuelto a poner en el ojo del huracán a las personas migrantes. «UE recupera el juicio –ha manifestado- si defines nuestra operación como invasión abrimos las puertas y te enviamos 3,6 millones de refugiados». Las declaraciones de Erdogan se produjeron después de que sus tropas invadieran, el miércoles, el territorio kurdo de Rojava. Escuchándole se diría que, al nombrar a los refugiados, se refiere a una mercancía desechable cuya presencia contamina allá donde esté. No obstante tampoco hay que extrañarse. Sus advertencias sintonizan con la forma en la que la UE mira y trata a la población obligada a huir de sus países, ya sea a consecuencia de la guerra o del hambre.

La UE calla porque Turquía, aunque se muere por pertenecer a la UE, ya es miembro de la OTAN y por lo tanto un aliado seguro en ese punto caliente y peligroso que es, en este instante, Oriente Medio. Al fin y al cabo es lo que viene haciendo desde hace años con el plan genocida de Israel contra Palestina. Dos pueblos, el kurdo y el palestino, que a pesar de su difícil situación en puntos tan geoestratégicos para EEUU, Israel o la UE frente a China, mantienen viva la fuerza de eso que llaman «afán de ser, de liberación» y que, al igual que las personas refugiadas, resisten más allá de las amenazas, las invasiones, el éxodo y la muerte.