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Quito levanta las medidas de excepción tras el acuerdo con los indígenas

El Gobierno de Lenín Moreno levantó ayer el estado de excepción y el toque de queda, horas después de que los indígenas movilizados lograran un acuerdo para la revocación del decreto que eliminaba las subvenciones al combustible y que fue festejado en las calles.

Ecuador empezaba ayer a recuperar la normalidad tras once días de protestas, algunas con enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, que terminaron la noche del domingo (madrugada en Euskal Herria), una vez que el Gobierno y los líderes indígenas llegaron a un acuerdo sobre la suspensión del decreto que eliminó los subsidios a los combustibles, en el marco del «paquetazo» de recortes pactado por el Ejecutivo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de una inyección de 4.200 millones de dólares.

La medida, con la que el Ejecutivo dijo que ahorraría 1.300 millones de dólares al año, generó alzas de hasta un 123% en los precios de diésel y gasolina, los más empleados en el país.

El Gobierno de Lenín Moreno puso fin ayer al estado de excepción y al toque de queda declarados con motivo de esta ola de protestas, que ha dejado al menos siete personas muertas y más de un millar de detenidos. El estado de excepción fue declarado el 3 de octubre en respuesta a los primeros disturbios en Quito, mientras que el toque de queda se impuso el sábado en la capital y alrededores.

Las partes llegaron a un acuerdo para poner fin a las protestas y suspender el decreto 883, que recoge la eliminación de las subvenciones al combustible, y negociar uno nuevo.

Miles de ecuatorianos se lanzaron a las calles de Quito el domingo a festejar el acuerdo. Familias enteras, incluso con niños en pijama y con bebés en brazos, salieron en procesión, mientras en el parque del Arbolito, epicentro de los disturbios en la capital, miles de manifestantes gritaban insistentemente «¡Sí se puede, sí se puede!».

Cientos de indígenas festejaban la «victoria de la lucha popular» en los exteriores de la Casa de la Cultura, su punto de reunión desde el pasado lunes.

Quito, epicentro de las movilizaciones, amaneció en calma, mientras grupos de voluntarios, incluidos indígenas y estudiantes, se sumaron a los equipos de limpieza para retirar los escombros de once días de protestas.

 

Rafael Correa: «El Gobierno de Lenín Moreno está clínicamente muerto»

El expresidente de Ecuador Rafael Correa aseguró a Efe que el Gobierno de Lenín Moreno está «clínicamente muerto» e insistió en un adelanto electoral para poder superar la crisis. «Tenemos un Gobierno clínicamente muerto, no hay Gobierno. Nadie va a reconocer la autoridad», declaró.

Señaló que no había «ninguna necesidad» de llamar al FMI y que la crisis económica ha sido «inducida» por las medidas del Ejecutivo para reducir los ingresos, aumentar el gasto y cortar las fuentes internas de financiación.

«Moreno debería ser juzgado por crímenes», recalcó sobre la represión, que, dijo, ha alcanzado un nivel no visto ni durante la dictadura. Insistió en que la Constitución permite adelantar las elecciones, lo que, a su juicio, permitiría tener un «Gobierno legítimo que pueda seguir administrando el bien común». «Pero, por cálculos políticos, como saben que perderán las elecciones, prefieren los grupos de poder que manejan a este presidente, porque es un títere, mantenerlo en el poder a costa del país», apuntó.GARA