Después de la tregua alcanzada en la guerra comercial que mantiene con China, Donald Trump abre el camino para una nueva disputa arancelaria, ahora con la Unión Europea.

El fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de principios de mes considerando ilegales las ayudas concedidas al fabricante europeo Airbus autorizó a Estados Unidos a imponer sanciones por valor de 7.500 millones de dólares, 6.700 millones de euros, anuales a la UE, castigo que comenzó a aplicarse ayer. Bruselas, a su vez, está a la espera de que la OMC se pronuncie sobre un caso similar, sobre las ayudas otorgadas por Washington a Boeing.

«Lamentamos la elección que ha hecho EEUU de seguir adelante con los aranceles. Este paso no nos deja otra alternativa que seguir en su debido momento con nuestros propios aranceles por el caso Boeing, en el que Estados Unidos ha sido declarado culpable de vulnerar las normas de la OMC», explicó la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström

Indicó que el Ejecutivo comunitario hará un seguimiento del impacto de los aranceles, «especialmente en el sector de la agricultura», y recalcó que Bruselas está «comprometida con defender a las empresas, agricultores y consumidores europeos».

«Imponer aranceles mutuamente no va en el interés de nadie a largo plazo. Infligirá daños muy significativos a una cadena de suministros altamente integrada en los sectores de la aviación en Estados Unidos y en la Unión Europea y resultará en daños colaterales para muchos otros sectores que ya sufren bajo las actuales tensiones comerciales», señaló.

Responsabilidad de negociar

Malmström recordó que tanto Bruselas como Washington han sido declarados culpables de ir contra las normas de la OMC y que, como los mayores fabricantes de aviones del mundo, ambos «tienen la responsabilidad conjunta de sentarse y negociar un acuerdo que sea equilibrado» y que cumpla con las normas de Comercio.

Según la comisaria, en julio la UE «compartió propuestas concretas con EEUU sobre subsidios a la aviación claramente identificados y sobre el apoyo futuro a nuestros respectivos sectores aeronáuticos. Esta oferta sigue sobre la mesa», subrayó.

Malmström solicitó el pasado viernes por carta al representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, iniciar la negociación para alcanzar un acuerdo en su disputa comercial por las subvenciones a Airbus y Boeing para evitar la imposición de aranceles por ambas partes.

Por su parte, el presidente de EEUU, Donald Trump, advirtió esta semana de que su país «no puede perder» una eventual guerra comercial con la Unión Europea, tal y como, según aseguró, ha quedado demostrado en su pugna con China.

«(Con China) ha quedado demostrado que no podemos perder una guerra con aranceles. (...) En el caso de la Unión Europea estamos ganando 7.500 millones», señaló en una rueda de prensa conjunta con su homólogo italiano, Sergio Mattarella, en la Casa Blanca..

Mucho dinero

Trump aseguró que, gracias a su política comercial, Estados Unidos «está recibiendo mucho dinero por primera vez en la historia». «Tremendas cantidades de dinero en muchas materias distintas, incluyendo a través de los aranceles», añadió.

En sus declaraciones, agradeció los esfuerzos de Mattarella para alcanzar un acuerdo comercial con la Unión Europea que «garantice la igualdad de las condiciones para los trabajadores estadounidenses», que considera que se hallan en desventaja.

Los estados más afectados por los aranceles son el español, francés, alemán y británico. Impactarán sobre una gran variedad de productos, desde aviones hasta ropa, vino, whisky escocés y de malta irlandés, aceitunas, queso, galletas, café, gofres, carnes, productos del mar...

En un análisis del impacto potencial de los aranceles sobre las exportaciones de bienes extracomunitarias no energéticas, el Banco de España calculó una caída del 12%.