Jokin Aperribay trasmite satisfacción tras ver cumplido su objetivo de tener un nuevo campo en el que se han juntado alrededor de 30.000 personas en los tres partidos del equipo masculino y en el derbi femenino. Se marca el objetivo de alimentar esa ilusión con resultados, para lo que considera clave mantener el mejor talento de Zubieta.

¿Qué representa el nuevo campo para la Real Sociedad?

Es una ilusión que nuestra afición tenía desde hace mucho tiempo y es un compromiso y una deuda que teníamos con nosotros mismos. Con las pistas se veía el fútbol muy lejos y la afición de la Real se merecía desde hace mucho tiempo tener un campo en condiciones. Además es una de las bases estructurales para afrontar el futuro para seguir siendo lo que somos y competir mejor.

Lo más bonito es la ilusión de la gente, somos alrededor de 33.500 socios, más de 30.000 individuales. Siempre que la Real ha hecho una inversión las personas han respondido y esta vez también. Estamos contentos de la ilusión de la gente y es muy bonito ver el soporte que tienen el equipo femenino y el masculino, y cómo acude la gente al Reale Arena y el ambiente que se ha generado. Hay que agradecer al público cómo anima al equipo. La grada Aitor Zabaleta es un ejemplo, es el corazón, el pulmón de la Real.

¿Cual será el coste del campo y qué falta para terminarlo?

El grueso de las obras acaba en diciembre, quedará una parte relacionada con los vestuarios que se va a afrontar en verano. Con el coste estamos esperando la última liquidación. Ha habido diferentes proyectos adicionales o modificaciones y ha aumentado algo la cantidad por la que se licitó, con otros proyectos que ha ejecutado la Real y que no entraban dentro de los licitados. Lo explicaremos en la Junta con todo detalle a principios de diciembre.

Han recibido catorce millones de dinero público y parte se han destinado a obras que no son del campo...

A la Kirol Etxea, la Kultur Etxea, a los realojos a otras zonas de las personas que trabajaban ahí, a buena parte del miniestadio, a oficinas para el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento... Ni la mitad de los catorce millones han ido para el campo. La Real ha hecho, también en Zubieta, un esfuerzo muy importante. No nos podíamos quedar atrás. Es una inversión necesaria que dará muchos frutos. Podía ser más el dinero público, pero la forma en la que se aprobó con Juan Karlos Izagirre por unanimidad de todos los partidos políticos, que hubiera consenso, es muy importante.

¿Cuánto suben los ingresos por abonos por el campo?

Hay que esperar hasta enero al próximo cobro del abono porque modificamos los precios con ofertas. Los abonados de entre 7-14 años pagan el 30%, antes a partir de 21 años se abonaba el 100% y ahora a partir de 30, hay descuentos por familias... Ha habido en general una reducción de los precios, pero con el aumento de la masa social vamos a compensarlo y la cantidad que ingresamos aumentará. De 82 palcos están vendidos 80, los dos fondos están llenos salvo alguna entrada suelta y en las esquinas hemos generado asientos especiales que hemos comercializado.

Se ha hablado del campo como la culminación de su gestión y se le pregunta por su futuro como presidente cuando fue reelegido hasta 2022 y hay un reconocimiento sobre su gestión y una estabilidad perdida tras dimitir Uranga...

Yo ya llevo un tiempo y el campo es un proyecto importante. El mandato es hasta el año 2022 y me encuentro con mucha ilusión, como todo el Consejo. A ver si entre todos podemos empujar a la Real para que tenga mucha fuerza y cumpla cada vez con más fiabilidad los objetivos. Sobre lo personal no lo he pensado. No sé qué contestar. La Real es una ilusión, un compromiso, una responsabilidad, representa a los guipuzcoanos y a todos nos encantaría que siempre haya esta unidad alrededor del club.

¿Mantener más de 30.000 abonados exige resultados?

La exigencia de resultados la vamos a tener no siempre, pero sí en general. Soy de los que pienso que la Real puede optar a ganar cosas. Para eso somos un club que tenemos que juntar a los mejores talentos de varias generaciones. Tener paciencia, saberlos rodear bien y seguir un modelo de entrenamiento claro que se basa en el trabajo, en analizar los jugadores que salen de Zubieta para ver cómo se puede jugar y, a partir de ahí, no sé si ganar, pero sí generar un microclima con la afición, que es lo más importante y con la infraestructura del club. Eso puede llevar a mantener la identidad del club en el futuro y competir, que estemos todos ilusionados. Es un conjunto a mejorar poco a poco, un compromiso que debemos tener todos.

¿Eran necesarios tantos fichajes para esta temporada en un club que dice ser de cantera después de que el año pasado se luchara por la séptima plaza hasta la última jornada a pesar de las múltiples lesiones y de no resultar las incorporaciones de Asier Garitano, Theo y Sandro?

Es muy difícil contestar a esta pregunta, qué es necesario y qué no. Es una reflexión difícil de argumentar. La última vez que la Real tuvo un relevo generacional importante bajó a Segunda y de los jugadores que subieron el único que queda es David Zurutuza. A muchos por edad les ha tocado terminar su período futbolístico en los últimos dos años y ahí hemos empezado una transición, un relevo generacional. Un jugador como Mikel Oyarzabal lleva 150 partidos oficiales, tenemos jóvenes como Igor Zubeldia, Aritz Elustondo, Joseba Zaldua, que tienen mucha fuerza y este relevo generacional se está consolidando. Tenemos una gran Real para el futuro y ahí decidimos fichar para acompañarlos e intentar tener más resultados en el corto plazo y que el mejor talento de Zubieta se quede. Hemos intentado hacer un relevo generacional, que el mejor talento se quede y a la vez abrimos la puerta a jóvenes de mucho futuro como Ander Barrenetxea y Pacheco del 2001 o Turrientes del 2002. Acabamos de renovarlos pensando en el futuro para hacer una Real con los máximos jugadores de casa.

Tenemos una media de edad cercana a los 24 años y un Sanse con 20 que lo está haciendo muy bien. Con esos dos equipos y los que vienen por detrás la Real puede tener mucho jugador con talento joven. Nuestro siguiente gran reto es mantenerlos. Si conseguimos crear un microclima para mantenerlo y contagiarnos de ese espíritu podemos hacer una gran Real entre todos. Para mantener el mejor talento las personas deben escoger quedarse voluntariamente porque piensen que en la Real pueden conseguir sus objetivos. Es el reto de los próximos años, crear una Real con una identidad propia que cumpla con la ilusión de los guipuzcoanos y que los jugadores comprendan que aquí pueden cumplir sus objetivos y que los jugadores de más talento se queden. Hay un equipo joven con talento al que hay que intentar dar continuidad con entrenadores con mucha fuerza, un Director de Fútbol que ahonda mucho en hacer las cosas bien en Zubieta desde el punto de vista organizativo y práctico y estamos contentos.

¿Las inversiones altas realizadas colocan en la tesitura de vender jugadores para amortizar los pagos de traspasos?

No hay que vender sistemáticamente a jugadores. Hemos afrontado inversiones importantes y, si lo sumamos a los pagos de las deudas del concurso de acreedores, es un esfuerzo importante, pero no hay que vender jugadores por eso.

¿Cual es su opinión de la polémica fiscal con el Athletic?

Respeto la respuesta de las autoridades guipuzcoanas. Lo importante es la armonización fiscal. En un entorno tan pequeño como Euskadi crear una desarmonización es un riesgo. La respuesta ha sido muy buena y a ver cómo termina todo.

¿Cómo valora el comienzo del primer equipo masculino?

Me parece que ha sido un verano muy bueno en cuanto a trabajo, por cómo se quería planificar la pretemporada. El inicio ha sido esperanzador, ilusionante, y espero que el final lo sea. Es un equipo muy joven que cuando se adapte a la competición lo hará mejor. Tenemos un cuerpo de entrenadores con mucha fuerza y unos jugadores que trabajan el día a día muy bien. Es lo que más ilusión me hace, ver cómo se trabaja cada día en Zubieta.

¿Qué supuso ganar la Copa con el equipo femenino?

Es muy importante la Copa, el equipo femenino, su filial y las chicas del hockey que el año pasado jugaron la final de la equivalente a la Champions League, la Champions Cup. El deporte femenino en Gipuzkoa en general y la Real en particular está dando pasos en su consolidación. El esfuerzo de las jugadoras es tremendo y hay que corresponderlas y facilitar escenarios para el desarrollo del deporte femenino.

Han renovado a Nahikari García y reforzado el equipo...

Nos encontramos con lo mismo que el equipo masculino. Tenemos a Mikel Oyarzabal de 1997 y a Nahikari en el femenino también de 1997 y me encantaría que siguiera mucho tiempo, crecer para crear un microclima, que las jugadoras puedan cumplir sus objetivos a nivel colectivo e individual. Ahí intentamos hacer las cosas mejor para seguir creciendo.