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beirut

Hariri ultima un paquete de reformas para calmar las protestas en Líbano

El primer ministro de Líbano, Saad Hariri, ha pactado con los integrantes de su coalición de Gobierno un paquete de reformas con el que pretende calmar las generalizadas que sacuden al país y que serán aprobadas previsiblemente en el Consejo de Ministros de hoy. Ayer, decenas de miles de personas volvieron a tomar las calles del dentro de Beirut, y se extendieron a Sidón, Trípoli y Nabatié, para reclamar la renuncia de la clase política, a la que acusan de corrupta.

El paquete ultimado por el Gobierno incluye la reducción a la mitad de los sueldos de altos cargos actuales y anteriores y 3.300 millones de dólares en contribuciones de la banca para reducir la deuda pública y «acercarse al déficit cero» en los presupuestos de 2020. Además, incluye la privatización del sector de las telecomunicaciones y una reforma del maltrecho sector de la electricidad, una de las demandas de los potenciales inversores internacionales para liberar unos 11.000 millones de dólares en préstamos.

El presupuesto no incluirá ninguno de los impuestos adicionales que desataron las protestas el jueves, entre ellas el anuncio de imposición de una tasa para las llamadas efectuadas por WhatsApp, la medida que fue anulada por la presión de la calle. El hastío se canalizó después hacia la situación económica y política en general, en un país donde más de la cuarta parte de la población vive bajo el umbral de la pobreza.

Los cuatro ministros del partido cristiano maronita Fuerzas Libanesas dimitieron al no ver al Gobierno capaz de llevar a cabo las «necesarias» reformas económicas «serias y radicales».