Marta PÉREZ-CEJUELA
Londres

Bercow asegura que el Brexit es el «mayor error» político de Reino Unido

Dos días después de su relevo como «speaker» de la Cámara de los Comunes, el carismático John Bercow calificó ayer el Brexit como «el mayor error» de la política exterior británica tras la posguerra y anunció que publicará un libro con sus experiencias a inicios de año.

John Bercow, que presidió el Parlamento británico durante diez años y se hizo popular por sus gritos de «¡Orden, orden!», conversó ayer con los medios extranjeros ahora que, según dijo, ya no está obligado a mantener «la imparcialidad» que guardó durante su servicio en Westminster.

«Somos parte de bloques de poder y de comercio, y mi opinión es que es mejor ser parte de un bloque de poder que no hacerlo», subrayó en relación a la UE, una vez aplazado el Brexit por tercera vez hasta enero.

La incertidumbre prolongada por este complicado divorcio no ayuda a Reino Unido, a su juicio, ya que es negativo para el «estatus geopolítico» del país y su posición en los diferentes foros multilaterales, precisó.

Acusado de favorecer al bando parlamentario contrario al Brexit, Bercow insistió en que no se arrepiente de su trabajo en Westminster porque lo ha hecho con «honestidad».

Confesó haber sentido «hostilidad» por parte del establishment del Partido Conservador, especialmente del expremier David Cameron, quien mantuvo durante su elección una actitud de «ABB» (Anybody but Bercow, Cualquiera menos Bercow), dijo.

Bercow fue elegido como diputado tory en la circunscripción inglesa de Buckingham en 1997, pero la Presidencia del Parlamento, doce años después, le obligó a renunciar a su derecho a voto como diputado para mantener su imparcialidad.

También se refirió a cuando se mostró abierto a que el president catalán Carles Puigdemont y sus seguidores pudieran hablar en el Parlamento. «No me toca a mí decir quién sería bienvenido en el Parlamento porque ya no soy miembro de la Cámara de los Comunes ni soy el portavoz», aunque mantuvo que Puigdemont podría acudir a Westminster si así lo deseaba.

Sobre el dictamen del Tribunal Supremo que consideró nula, ilegitima y sin efectos la decisión de Boris Johnson de suspender la actividad de la Cámara entre el 10 de setiembre y el 15 de octubre, insistió en que esa prórroga «no era normal».

Tras desear suerte a su sucesor, Lindsay Hoyle, cerró el acto de la única manera que podía hacerlo, pidiendo orden.

Johnson compara a Corbyn con Stalin

El premier británico, Boris Johnson, prometió ayer llevar a cabo el Brexit en enero y, al lanzar oficialmente la campaña para las legislativas de diciembre, comparó a su principal rival electoral, el laborista Jeremy Corbyn, con el líder soviético Josef Stalin.

Los partidos dieron inicio a las cinco semanas dedicadas a ganarse al electorado después de que Johnson efectuara la protocolaria visita a la reina para solicitar la disolución del Parlamento.

Antes atacó a través de un artículo en “The Daily Telegraph” a Corbyn, cuyo programa es uno de los más izquierdistas que haya visto Reino Unido en las últimas décadas, al acusarle de «odiar tan visceralmente el beneficio que va a destruir las bases de la prosperidad de nuestro país». Le acusó de señalar a los multimillonarios «con un placer vengativo que no habíamos visto desde que Stalin persiguió a los kulaks», dijo en referencia a los campesinos ricos atacados por el régimen estalinista. A lo que Corbyn respondió en Twitter denunciando «las tonterías con las que salen los superricos para evitar pagar más impuestos».GARA