Arnaitz GORRITI

UNA LUZ TITILA EN EL GASCA: ES LA RECUPERACIÓN DE DELTECO GIPUZKOA BASKET

Pocos meses después de perder la categoría en la Liga ACB, Delteco Gipuzkoa Basket brilla en la parte alta de la Liga LEB Oro. Empatado con otros tres equipos en la primera posición, el remozado equipo que entrena Marcelo Nicola parece haber hallado su hábitat natural.

La despedida de Sergio Valdeolmillos de los mandos de Delteco Gipuzkoa Basket fue bien agria. «Podríamos continuar un año más en la Liga ACB –dijo el día en el que se certificó su descenso, ya que varios de los equipos participantes en los play-offs, anunciaron que, de obtener el ascenso, renunciarían a ejercerlo–, pero sin dar tanta pena». Duras palabras del técnico nazarí, pero que mostraban de forma descarnada una realidad que, salvo chispazos, condujo el destino de los donostiarras: colista desde la primera jornada a la última, con un Donostia Arena vacío y desangelado casi siempre, y con perspectivas de repetición de la historia en caso de no consumarse el descenso a la Liga LEB Oro.

Pero el descenso se consumó y hubo una desbandada general en el seno donostiarra, en el que destacó que la salida del técnico Valdeolmillos, que supuso la rehabilitación del capitán Xabi Oroz, públicamente ninguneado por el técnico andaluz. En ese lavado de cara del Gipuzkoa Basket 2019/2020, los retornos de Mikel Motos y Julen Olaizola le han vuelto a dar sabor guipuzcoano y reconocible a un equipo enjaezado por veteranos de las Ligas LEB como el iruindarra Mikel Uriz –un base que, de haber tenido un físico algo mejor, sin duda tendría sitio en la Liga ACB–, el escolta John Andrew Dee –ascendido con el Betis–, los pívots Davis Rozitis, Biram Faye y Karamo Jawara, el joven bosnio Lazar Mutic –de la generación de Dzanan Musa, campeona de Europa u16 en 2015–, más el desembarco del base Reed Timmer –hoy lesionado–, el alero Adam Sollazzo y el ala-pívot Alex Murphy. Todo aderezado con la llegada de un técnico como Marcelo Nicola, al que la afición vasca vio crecer como jugador y hoy, después de un año entrenando al UCAM Murcia en la Liga ACB antes de pasar por Lietuvos Rytas, Hapoel Jerusalén, Brose Baskets y Unieuro Forli, quiere crecer al frente de los banquillos con la escuadra donostiarra.

Lo cierto es que este Delteco Gipuzkoa Basket, que tras su descenso a la LEB Oro ha regresado al Josean Gasca –y lo está consiguiendo llenar–, por fin no da lastima. Después de un tercio de temporada lleva un balance de 7-2, empatado al frente de la categoría con Valladolid, Palma y Palencia, tres de los cocos de la LEB y por delante de perennes candidatos al ascenso como Cáceres, Alicante, Granada o Melilla.

Todo nace de la defensa

Los de Marcelo Nicola encajan 67,55 puntos por partido, siendo la mejor defensa del campeonato y da igual que siete equipo metan más que sus 72 tantos. «Conseguimos que jugadores con tendencia ofensiva hagan un gran esfuerzo atrás», se congratula Nicola. Timmer, Murphy y Dee son los únicos que superan los 10 puntos por partido, Uriz reparte no menos de cuatro asistencias y aunque Rozitis, con seis rechaces por partido, es quien más rebotea, es una tarea coral.

«Quiero un equipo que compita, que luche, que se deje la piel y se divierta jugando», declaró Nicola al inicio de la campaña. En ese sentido, haber recuperado a Xabi Oroz como revulsivo en defensa es símbolo de ese logro. De sentirse despreciado a saberse importante; de un equipo que en la LEB Oro se encuentra cómodo después de dar pena en la ACB; de un Gasca cálido tras el frío calado hasta los huesos en Illunbe. Una luz titila en el basket de Donostia.

De los 16 triples ante Breogán, al triunfo defensivo contra ourense

Solo Granada, en la primera jornada por 68-58, y Palma, por 65-78 en el Josean Gasca, han derrotado hasta la fecha a Gipuzkoa Basket. Después del tropiezo ante Palma, el equipo de Marcelo Nicola ha sacado lo mejor de sus esencias: paliza al Breogán a golpe de triple, y un triunfo defensivo en el Gasca contra Ourense.

«Da igual que yo metiera seis triples ante Breogan o que Reed –Timmer– anotara 26 puntos. Esto va de ganar y mejorar», recordaba Alex Murphy después del 74-97 en Lugo. «Hacer 16 de 29 en triples está bien, pero hay que trabajar para ganar cuando no entren», apostillaba Mikel Uriz.

Sin Motos, ni Timmer y Jawara cojo, GBC firmó un 5 de 19 en triples, pero ganó al Ourense en el Gasca por 73-62. Oroz jugó de base y Uriz repartió 9 asistencias, la mayoría a Sollazzo, que pasó de meter 4 puntos en Lugo a 20 a Ourense. Eso es lo que hace un equipo. A. G.