La expresidenta argentina Cristina Fernández denunció ayer que es víctima de un proceso de« guerra jurídica», durante casi cuatro horas de declaración en un tribunal de Buenos Aires por otro caso de corrupción.

Fernández de Kirchner declaró en el Tribunal Oral Federal Número 2 imputada por supuestas irregularidades denunciadas en más de 50 contratos de obras públicas en la provincia de Santa Cruz. La expresidenta accedió a declarar pero no contestó a las preguntas que se le formularon. «Preguntas tienen que contestar ustedes. No yo», respondió a los tres jueces.

Fernández, que el 10 de diciembre volverá a la Casa Rosada como vicepresidenta, acusó al Gobierno saliente de Mauricio Macri de lanzar una ofensiva judicial contra ella por motivos políticos. «El Gobierno que se va tenía una mesa judicial que decidía quién iba preso o quién no», denunció.

Así, ironizó con las acusaciones en este y otros casos, en las que asociación criminal es un cargo frecuente. «Soy jefa de cuatro asociaciones ilícitas. La verdad, no sé cómo tuve tiempo para gobernar. Me la pasé creando asociaciones ilícitas», señaló.

A este respecto, Fernández de Kirchner sugirió al tribunal federal que cite a declarar al presidente electo, Alberto Fernández, ya que fue su jefe de Gabinete cuando supuestamente ocurrieron los hechos. «El responsable en materia administrativa y penal es el jefe de Gabinete, porque es quién ejecuta el presupuesto de la nación argentina. Van a tener un problema porque van a tener que citar al Presidente de la República. Pero será interesante escuchar lo que tiene para decirles», indicó.

Con todo ello, consideró que es víctima de «una clase magistral de ‘lawfare’» y, para «quienes no sepan de qué se trata», aclaró que «se trata de perseguir a dirigentes políticos». «Seguramente tienen la sentencia ya escrita», afirmó. «En Argentina, como en el resto de América Latina, la articulación de los medios de comunicación hegemónicos y el aparato judicial con el objetivo de demonizar y destruir a los líderes de los gobiernos populares y democráticos, se ha transformado en un plan sistemático», denunció previamente en Twitter.

Fernández está siendo juzgada por otro caso y tiene múltiples procesos abiertos, todos ellos por presuntas corruptelas durante su Gobierno y el de su marido, el fallecido Néstor Kirchner.