El lanzamiento desde el exterior de una granada sin carga contra un centro de menores extranjeros no acompañados en el barrio de Hortaleza, en Madrid derivó en un rifirrafe político y puso el foco en Vox y también en PP y Ciudadanos y en sus discursos de «odio e intolerancia».

El artefacto, una granada de entrenamiento militar sin carga lanzada en una bolsa de plástico, fue detonada de forma controlada por una unidad de los Tedax, y el edificio tuvo que ser desalojado por la Policía

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, achacó este tipo de hechos a los discursos «de odio y de intolerancia». «Es lo más preocupante de los discursos de odio», dijo al referirse a las palabras de muchas personas «que lanzan manifestaciones verbales creyendo que no tienen efecto», pero que llaman «a la xenofobia y la discriminación».

El centro atacado ya había sufrido anteriormente otras expresiones de señalamiento y acoso, según confirmaron sus responsables.

Al ministro se sumaron representantes políticos de formaciones como IU, Unidas Podemos o Más Madrid, que señalaron a la portavoz de Vox en la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, que visitó la zona el pasado mes de octubre para denunciar inseguridad.

Unidas Podemos responsabilizó directamente a las tres fuerzas de derecha, que han hecho campaña estos últimos meses contra la acogida de menores no acompañados y culpó al PP, Ciudadanos y Vox del artefacto por la «criminalización» de estos menores.

Fuentes policiales explicaron a Efe que interpretaban el suceso como un «aviso».