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parís

El eje francoalemán lanza un guiño a Putin buscando avances en Ucrania

El presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, reunieron por primera vez ayer a sus homólogos ruso, Vladimir Putin, y ucraniano, Volodimir Zelensky en París para intentar relanzar el proceso de paz en Ucrania y abrir un nuevo capítulo en las relaciones con Moscú. Estas reuniones se pusieron en marcha en 2014, pero la negociación se estancó y no se reanudaron desde 2016.

Será el primer cara a cara entre un veterano de la geopolítica como Vladimir Putin y un cómico llegado al poder en mayo como Zelensky.

Macron y Merkel esperan dar algún paso hacia la resolución del conflicto aunque no un gran acuerdo.

«Necesitamos consolidar el cese el fuego, el desminado a lo largo de la línea de contacto, definir nuevas zonas de retirada y prever más intercambios de prisioneros», detalló el Elíseo antes de la cumbre. El impulso de la reunión viene sobre todo de Macron, cuyos llamamientos a un acercamiento de la UE a Rusia no siempre son bien recibidos por sus homólogos europeos. «Si la cumbre falla, sería un fracaso personal para Macron por lo que ha trabajado para que se lleve a cabo», estima el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Inssbruck Gerhard Mangott.

Además, supone un logro del presidente francés frente a la crisis social interna. Pero también Merkel –la única que ha estado presente en todas las reuniones– respalda el proceso a pesar de la crisis diplomática con Moscú por la muerte de un georgiano en Berlín, imputada a «una entidad estatal rusa» o a Chechenia. «Aunque tengamos serios contenciosos con Rusia en este momento debemos hacer lo posible para que la cumbre avance hacia la paz en Ucrania», indicó el ministro alemán de Exteriores, Heiko Maas, quien calificó el conflicto como una «herida purulenta en Europa».

La guerra entre Kiev y las milicias prorrusas del Donbass ha causado ya la muerte de más de 13.000 personas y un millón de desplazados. Los combates bajaron de intensidad tras los acuerdos de Minsk, pero 80.000 combatientes continúan en la línea del frente. Cada mes combates esporádicos o minas siguen causando muertos.

Desde la llegada al poder de Zelensky se ha producido cierta distensión con un intercambio de prisioneros y retiradas de tropas en algunos sectores, a la vez que Rusia devolvía tres buques ucranianos retenidos.

Pero el presidente ucraniano también se encuentra bajo la presión de su opinión pública que rechaza concesiones. Unas 200 personas acamparon ante la sede presidencial en Kiev para exigir a Zelensky no capitular. El domingo, otras 5.000 se manifestaron con el mismo motivo.

El mandatario de Ucrania asegura que participa al mismo nivel que el resto de líderes, y ha puesto condiciones a la celebración de elecciones en el Donbass, como el desmantelamiento de todos los «grupos armados ilegales» y el control de la frontera con Rusia.

Para Putin, la cumbre constituye una prueba de su disposición al acuerdo. Llega en posición de fuerza, pero Berlín le reclamó algún gesto.

El conflicto de gas, en el encuentro cara a cara

En la agenda del primer encuentro entre Volodimir Zelensky y Vladimir Putin –hasta ahora solo habían mantenido conversaciones por teléfono– están también las negociaciones sobre el tránsito de gas a Europa a través de Ucrania ante la expiración del actual contrato de diez años de duración a finales de este año.

Precisamente, a esta reunión asistieron el presidente de Gazprom, Alexei Miller, y el ministro ruso de Energía, Alexander Novak. Los presidentes ruso y ucraniano se entrevistaron poco después de la conclusión en el Palacio del Elíseo de la cumbre del Cuarteto de Normandía tras más de dos horas de encuentro. El asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov, explicó que la reunión no tenía límite de tiempo, a pesar de que según el protocolo debería durar unos 45 minutos.

Previamente, Zelensky y Putin habían mantenido sendas reuniones bilaterales con Macron y Merkel, y tras el encuentro estaba previsto reanudar la cumbre del cuarteto y una rueda de prensa.GARA