Maite UBIRIA BEAUMONT
BAIONA
NUEVA JORNADA DE HUELGA Y MOVILIZACIÓN EN EL ESTADO FRANCÉS

Nuevo duelo en las calles con vistas a frenar la reforma de las pensiones

Los accesos por carretera a la capital francesa se colapsaron ayer y en el transporte metropolitano, ferroviario y aéreo se vivió también un día difícil, en anticipo de la segunda convocatoria hecha por los sindicatos para hoy en rechazo a la reforma de las pensiones. Concluida la ronda con agentes sociales, el Gobierno hará público su plan mañana.

La multitudinaria jornada de protesta que se vivió el jueves pasado en el Estado francés ha dejado secuelas a lo largo del fin de semana, aunque sus efectos se hicieron mucho más visibles ayer, sobretodo en la capital.

Aunque en algunas fechas señaladas no es inusual que los atascos en el cinturón del Gran París sumen hasta 300 kilómetros, ayer esa cota se dobló, lo que convirtió en un infierno el acceso a la ciudad.

Tampoco fue fácil desplazarse en metro o en autobús debido a la drástica reducción de servicios derivada de la huelga de los conductores de la RATP. Los operarios del transporte metropolitano optaron por dar continuidad a la huelga tras el 5 de diciembre, al igual que los de la compañía ferroviaria SNCF.

En los aeropuertos también se está dejando sentir el efecto del movimiento social. Así, la compañía Air France anunció ayer tarde que el 25% de los vuelos internos previstos para hoy quedarán suspendidos, siguiendo la recomendación hecha por la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), que ha solicitado a las compañías aéreas que reduzcan su programa de vuelos con motivo de la huelga.

La SNCF, que sólo pudo asegurar ayer «entre el 15 y el 20% de su tráfico habitual», prevé que la circulación por ferrocarril se sitúe hoy en esos mismos márgenes. Y la previsión no es mejor para metro y autobuses.

En Euskal Herria, la segunda jornada de protesta por las pensiones tendrá su acto principal en la manifestación que saldrá a las 10.30 de las inmediaciones de la estación de Baiona, en el barrio de Saint-Esprit. En todo caso, el debate sobre la continuidad y los ritmos de la huelga sigue abierto. Así, desde algunas secciones de la CGT se emplaza a encadenar protestas «cada dos días», con una primera réplica este mismo jueves. Esto es, un día después de que se conozcan los planes concretos sobre la reforma de pensiones que el primer ministro, Edouard Philippe dará a conocer mañana; lo hará a través de TF1 a las 20.00.

En esta línea, la sección de la CGT en Tarnos (localidad landesa colindante con Baiona) anuncia ya una protesta, a primera hora del jueves, en el centro de formación situado frente a la empresa Turbomeca.

Campaña navideña

Tampoco faltan las voces que apelan a citarse en las calles en fin de semana, cara a incidir en la campaña de compras navideña, un periodo clave para los sectores de comercio y restauración, y también para el turismo.

Las asociaciones de comerciantes se dejaron oir ayer entre balances de «30% de pérdidas» desde el arranque de la protestas y llamadas a «evitar que, como ocurrió con los Chalecos Amarillos, se reproduzca la imagen de la Francia bloqueada por las protestas violentas».

En este clima transcurrió la jornada en que el alto comisario para las pensiones, Jean-Paul Delevoye, clausuró su ronda con agentes sociales. Como era de prever, a la salida del cónclave los sindicatos mantuvieron su demanda de retirada del proyecto y la patronal se quejó de su «falta de claridad». Con el balance de Delevoye y los datos de la protesta de hoy en la mano, Emmanuel Macron y Edouard Philippe citarán a los ministros concernidos por la reforma y a los líderes de la mayoría presidencial esta noche en el Elíseo.

También los bailarines cambian de escenario para pisar el asfalto

Fue una de las imágenes que dejó la precedente movilización del 5 de diciembre. Los bailarines del Ballet de la Ópera de París no dudaron en dejar de lado las zapatillas de baile para sumarse a la marcha que ocupó las calles del centro de París.

El suyo es un caso poco conocido, pero de entre esos 42 regímenes especiales que conviven en el paisaje social francés y que Macron quiere fusionar en uno solo figura el régimen especial de la Ópera de París, creado en 1698 por el rey Louis XIV. Vitrina cultural del Estado francés, el Gobierno contribuye con 14 millones anuales a esa Caja de Pensiones tan especial.

La semana pasada fueron ya anulados más de una docena de espectáculos de ballet y teatro. No es extraño ver una huelga de artistas en el Hexágono, pero sí es la primera ocasión en que 120 de los 154 bailarines, del cuerpo de ballet a las estrellas, se suman a una protesta, según reseña Alexandre Carniato, bailarín y representante electo de la Caja de Pensiones, quien se jubilará en 2020, al cumplir 42 años. «Es una cláusula específica que tiene en cuenta la extrema dureza de un oficio que ostenta una de las tasas más altas de accidente laboral y que obliga a una retirada temprana», explica.

Ante las críticas de que son objeto por tener un «estatus privilegiado» que no afecta a otros ballets galos, Carniato se defiende: «Me jubilaré con 1.067 euros y, si con suerte logro trabajar de profesor, podré conseguir unos ingresos para vivir». AFP