El Instituto de la Seguridad Social (INSS) de Gipuzkoa ha concedido las prestaciones de gran invalidez derivadas de enfermedad profesional a un hombre de 77 años afectado de un cáncer pulmonar. La víctima trabajó desde 1965 a 2007 en la fundición de Victorio Luzuriaga, primero en Pasaia y después en Usurbil. El INSS asumió que trabajaba sin protección respiratoria en contacto con sustancias cancerígenas como el amianto.

La Asociación de Víctimas del Amianto (Asviamie) indicó que Juan H.P. trabajó más de 40 años «en un ambiente tóxico» como puede ser la fundición, donde han sido reconocidos más de diez cánceres profesionales, pese a lo cual la empresa no le inscribió en el Listado de Trabajadores Expuestos al Amianto, hasta que lo hizo Osalan. Para Asviamie, es «inaceptable la resistencia empresarial» y de la sucesora, Fagor Ederlan en particular, a registrar a los trabajadores expuestos para posibilitar la vigilancia sanitaria y la detección precoz.

Asimismo, considera «escandaloso» que Osakidetza no cumpliera con la obligación de comunicar la sospecha de enfermedad profesional.