Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR

Más números de récord en un ambiente de preocupación

El Coliseo acoge esta tarde la Junta General de Accionistas del Eibar. El Consejo no tendrá problemas para sacar adelante el ejercicio,que ha vuelto a cerrarse con beneficios, pero la situación deportiva y la falta de movimiento en Areitio se harán notar.

Los 11.136 accionistas del Eibar están llamados a la Junta General Ordinaria que se celebrará hoy en el Coliseo (19.00). No parece que vayan a dar demasiada guerra al Consejo de Adminstración con las cuentas, razón de ser fundamental de la cita, pero no por eso se prevé una tarde cómoda para Amaia Gorostiza y su equipo directivo. En el ambiente, pero probablemente también, de forma más concreta, en el turno de ruegos y preguntas, se puede intuir el protagonismo de la preocupación por la situación deportiva del Eibar y del malestar por la situación del proyecto de la Ciudad Deportiva, todavía en fase administrativa, trece meses después de que la Asamblea aprobara su ubicación en Areitio.

En cualquier caso, parece complicado, por no decir imposible, que llegue a desatarse la tormenta en una reunión que no suele destacar ni por la animosidad de los accionistas, ni por el número de asistentes. Menos aún desde que el club ofrece la posibilidad del voto telemático. Se hizo por primera vez el año pasado, con un resultado sumamente satisfactorio –más de 1.500 accionistas votaron así– y se repite ahora con un proceso renovado que, en pos de una mayor seguridad, ofrece la posibilidad de verificar el sentido del voto una vez emitido. Una medida que también se aplicará a los accionistas que participen en la Asamblea de forma presencial. Al menos a los que hayan facilitado al club un número de teléfono móvil: en cuanto emitan su voto, recibirán un SMS confirmando el sentido de éste, con lo que en caso de error, podrán reclamar que se subsane de inmediato.

Deberán decidir sobre el resultado del ejercicio 18/19 que, como sucede desde que el equipo regresó al fútbol profesional, deja dinero en las arcas. Y no poco. 11’75 millones, descontados ya los impuestos, añade a sus ahorros el Eibar, que ha visto cómo sólo en el último ejercicio sus activos han crecido un 25% para alcanzar los 73’6 millones de euros.

Lo más llamativo es que la cifra duplica el beneficio previsto en el presupuesto aprobado hace algo más de un año. Se debe, por un lado, a la liquidación de final de temporada de los derechos de televisión, que dejaron 2’6 millones más de lo previsto, y a que a la venta de Ander Capa se unió la de Iván Alejo, lo que casi duplicó los tres millones previstos en el apartado de ingresos extraordinarios. Además, se ha contenido el gasto, aunque no siempre de forma voluntaria: el retraso que han acumulado las obras de Ipurua ha postergado también algunos pagos, que deberán abonarse en esta nueva campaña, cuando la remodelación del estadio concluirá ya definitivamente.

Todo ello provoca que la temporada 18/19 se cerrara con el mayor presupuesto de la historia, 52’33 millones. Un 89% de los ingresos ordinarios corresponde a los derechos televisivos, mientras el 59% del gasto se va al personal deportivo. Y casi una cuarta parte del total de los 59’8 millones de ingresos se queda en la caja fuerte.

Pero como es norma desde que el Eibar llegó a Primera, todos esos números se quedarán pequeños de inmediato. Incluso con el habitual corte conservador de los cálculos, previsión de ingresos al mínimo y de gastos al máximo, el Consejo de Administración presentará –en este caso sin votación, ya que su aprobación es potestad de la directiva desde la reforma estatutaria– un presupuesto, de nuevo, de récord. Tanto en lo que se refiere a la cifra de negocios, que se va hasta los 52’91 millones, como en lo correspondiente a los ingresos extraordinarios, que alcanzan los 20’11 millones de euros, casi el doble de la cifra más alta que había logrado hasta ahora el club –los 10’57 de la 17/18, cuando se traspasó a Florien Lejeune–. Y todo ello dejará también un beneficio histórico de 20’06 millones (sin incluir impuestos).

El principal motivo es la venta de Joan Jordán, Rubén Peña, Marc Cucurella y Pablo Hervías. Y la consecuencia más significativa es que, cuando concluyan las obras de Ipurua y la Ciudad Deportiva, que el Eibar habrá pagado casi íntegramente de su bolsillo, todavía tendrá más de treinta millones en caja.

Claro que tampoco se puede pasar por alto el detalle, mínimo –apenas 50.000 euros– pero altamente simbólico, de que por primera vez desde que el club regresó al fútbol profesional, los gastos superarán a los ingresos ordinarios. El principal responsable es el gasto en personal deportivo, que pega un salto mayúsculo dentro de la escalada que ya venía protagonizando: aumenta un 38% para irse hasta los 37’69 millones.

Un escenario complicado pero ideal para recuperarse moralmente

Anaitz Arbilla reconoce que el equipo está afectado por la mala racha, aunque confía en que sepa darle la vuelta.

Difícil pensar en un escenario mejor que San Mamés para conseguirlo. «Es muy difícil» pero por eso mismo idóneo para lograr un triunfo que, además de los tres puntos, «nos reconfortaría muchísimo y nos vendría muy bien para encarar el último partido antes del parón». El defensa reconoce que «no estamos haciendo las cosas bien, sobre todo en las áreas» pero aboga por aferrarse a los aspectos positivos: «seguimos fuera de descenso», recalca por un lado, y «sabemos cuál es nuestro estilo y lo que nos ha dado estos años y creemos en nosotros mismos y en nuestros compañeros».

Eso es, precisamente, lo que debe hacer el Eibar en Bilbo, creer. «Ser nosotros mismos, valientes, y sobre todo creer que somos capaces», subraya.A.U.L.

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