Aritz INTXUSTA
IRUÑEA

Acuerdo de mínimos de PSN y EH Bildu para la fiscalidad

EH Bildu anuncia dos abstenciones que permitirán sacar adelante sendas medidas tributarias del PSN. Se abstendrán a cambio de un estudio a fondo del agujero fiscal en sociedades y nuevos tributos verdes. El entendimiento llega en vísperas de hincarle el diente a los presupuestos.

Ninguna de las tres medidas en las que la consejera Elma Sáiz partió su reforma fiscal tiene mucho fuste. Más allá de lo que se reconozca abiertamente por los propios partidos, el cambio fiscal introducido en 2015 por el viejo cuatripartito es el que consiguió revertir la complicada situación en la que se encontraba la Hacienda navarra. La negociación de la fiscalidad era, ante todo, un asunto político. Ayer, con el anuncio de Adolfo Araiz de la consecución de un acuerdo de mínimos, las situación política en Nafarroa se clarificó en buena medida.

EH Bildu accede a dejar pasar las propuestas relativas a la deflactación del IRPF y las deducciones por maternidad para compensar a las madres a las que UPN y PSN quitaron la exención fiscal durante la crisis. La tercera idea que traía la consejera, relativa a los patrimonios de los grandes empresarios navarros, fracasará. O, al menos, eso aseguró Navarra Suma, que se niega a seguirles el juego. Todo se verá en el pleno de la semana próxima, después de que en la sesión del jueves fracasaran todas las enmiendas a la totalidad (yéndose además I-E y Podemos a la línea de confrontación de EH Bildu sobre la exención del patrimonio).

La cesión de los siete parlamentarios de EH Bildu responde, según explicó Araiz, a una batería compromisos que habría alcanzado con ellos el Gobierno navarro. El principal es estudiar el funcionamiento a fondo del impuesto de sociedades, punto flaco del sistema recaudatorio navarro. EH Bildu quiere ver si funciona el sistema de incentivos «y qué coste tiene». También pide replantear las bases liquidables negativas y reforzar la lucha contra el fraude en dichas sociedades.

Otras medidas a estudiar son nuevos impuestos «verdes», revisión del sistema de módulos y repensar el sistema de penalizaciones y recargos para los defraudadores, que EH Bildu cree que se ha ido haciendo «menos gravoso». Asimismo, PSN y EH Bildu acordaron un informe jurídico técnico para ver cómo incrementar el abono de oficio de las deducciones a pensiones de edad y no contributivas.

Presupuestos y futuro

Con el acuerdo de ayer, ambas formaciones parecen haber sembrado las bases para una revisión fiscal más profunda para los próximos años. De este modo, se ve la intención de asentar una relación con visos de perdurar sobre política económica.

De otra parte, la discusión sobre la política fiscal no es sino el paso previo a la negociación presupuestaria. Tras el gesto de María Chivite de citar a los responsables de EH Bildu en el Palacio para iniciar negociaciones (en lo que se leyó como un desagravio por el maltrato al que sometió a la coalición abertzale durante el proceso de investidura) y el desmarque rotundo de Navarra Suma de cualquier negociación, está claro que la única posibilidad del PSN de sacar adelante unos presupuestos vendrá de la mano de EH Bildu.

Las abstenciones de los abertzales en el pleno del próximo jueves suponen un gesto favorable a un entendimiento en los Presupuestos de 2020. Los de Bakartxo Ruiz tienen la ventaja de partir de unos presupuestos que ya son de su gusto, si bien el techo de gasto es hoy más alto. Y ni el PSN ni EH Bildu pueden resignarse a cuatro prórrogas.