Aritz INTXUSTA
CONGRESO DE UPN

UPN prepara los idus de Esparza

UPN celebrará su Congreso cuatrienal a finales de marzo. El momento en que viven es complicado pues están lejos del poder y acumulan una serie de decisiones estratégicas arriesgadas que no les han valido para nada, sino que les han acabado aislando más. Por lógica, el fracaso es imputable al capitán. Ya le van saliendo aliados y detractores.

UPN se enfrenta a su XII Congreso. Tras encadenar dos fracasos para recuperar el poder, el partido se encuentra lógicamente incómodo. Una de las fechas probables para el evento es el 15 de marzo, día del asesinato de Julio César.

Resulta demasiado poético como para dejar pasar la efeméride. Para que fueran cuatro años exactos desde el último Congreso, debiera celebrarse el día 22, pero cae en puente y lo lógico sería moverlo. Si el partido lo adelanta, Javier Esparza se jugará la reválida en el partido en el Idus de Marzo, fecha de la traición más sonada de la historia.

A Julio César le había avisado el vidente. «¡Cúidate de los Idus de Marzo!». Pero el general no le hizo caso. De hecho, a punto de que venciera la festividad, volvió a cruzarse con el vidente y le dijo que se había equivocado. «No ha terminado el día», contestó. Le cosieron a puñaladas.

Esparza está advertido de que hay movimientos para arrebatarle la silla. La operación, en principio capitaneada por Sergio Sayas, ha sido saboteada por el ‘Diario de Navarra’. El rotativo de Cordovilla obligó a Sayas a levantar sus cartas antes de tiempo publicando sus intenciones. El artículo sirvió de capotico para el presidente de UPN, dado que se publicó el martes. De haberse adelantado un día, Esparza se habría visto apurado en la rueda de prensa de los lunes.

Sayas ha salido después diciendo que la cosa no es tan así. Que solo está sondeando para ver si su candidatura es viable. Mientras tanto, van aflorando nombres de posibles aliados. Han salido Maribel García Malo y dos «jóvenes»: María García-Barberena y Fermín Alonso. Cabe remarcar que Sayas y Alonso comparten condición de «ninis», pues su currículum más allá del partido tiende a cero.

Volviendo al ejemplo clásico, lo de «¡Cúidate de los Idus de Marzo!» no lo dijo nadie. Es cosa de Shakespeare, que lo incluyó en su drama sobre César. La otra frase famosa del idus es la de «Tu quoque fili mi», que le espetó a su ahijado Bruto. Esta sí que tiene visos de ser real en tanto que fue Suetonio quien la reprodujo y este historiador vivió en fechas cercanas.

En este caso, Esparza podría reformularla hoy en plural (vos quoque filii mei), porque los que arrancan pétalos de la margarita para ver si se lo pueden calzar son los jóvenes que en su día lo apoyaron. Y este es el punto crucial, pues este grupo de treintañeros del partido en el que se engloban Sayas, García-Barberena y Alonso es particularmente ambicioso y agresivo. Si Esparza tiene un aire a Rajoy, Sayas y el resto tienen un aire al primer Pablo Casado, cuando Casado no tenía barba.

Estos jóvenes tienen unas formas nuevas de hacer política. Prefieren ganar con posverdad que manteniendo un discurso con cierta coherencia interna. Si toman el poder, arriesgarán. De ahí que el artículo de ‘Diario de Navarra’ abortando en parte el intento de apuñalamiento se entienda también como un llamado a la calma.

Se dirá que UPN poco puede hacer más allá de berrear, pues la aritmética del Parlamento les ha dejado fuera. Pero claro que UPN puede hacer cosas. UPN sigue teniendo el poder en Iruñea y Tutera, por ejemplo. La capital de Erribera, además, se está convirtiendo en el laboratorio de un nuevo discurso, el del alcalde Alejandro Toquero, que se acerca mucho al de Vox.

Y, sobre todo, a UPN le queda el botón del pánico. Quien asuma las riendas del partido puede accionar el pulsador y reventar ese invento que fue NA+ y sacudirse de encima a Ciudadanos y al PP. Así por de pronto, esto dejaría un grupo de UPN en el Parlamento conformado por 15 escaños (y se irían a los no adscritos los tres parlamentarios de C’s y los dos del PP).

Si UPN sin michelines tiene 15 y el PSN está gobernando con 12, cabe la posibilidad de una segunda recta de legislatura en Nafarroa con el acuerdo de siempre, pues sumarían 27 de 50. Hay ciertos sectores de UPN que le afean a Esparza haberse pasado de listo formulando el pacto Navarra Suma, cuando la suma UPN-PSN hubiera alcanzado mayoría. De aquí que sea posible que el XI Congreso de UPN acabe como el Idus de Marzo.

Ahora bien, para que el botón del pánico funcione hay que apretarlo en el momento justo. Tal posibilidad nunca debe recaer en un grupo de jóvenes atolondrados. Y además, resulta muy arriesgado presentarse a un adelanto electoral con solo 27 escaños de 50. Ahora bien, la fórmula Navarra Suma se quedó con 20 escaños de 50, quemando toda posibilidad de alianzas. Se antoja muy cuesta arriba que consiga, por sí sola, otros seis.

Sobreviva o no, Esparza tiene por delante un congreso difícil.