Nueva jornada de debilidad en el Ibex, que volvía a perder los 9.600 puntos en la media hora final de las negociaciones. En esta ocasión, sin embargo, no se desmarcó del resto de índices europeos, donde se imponían también levemente las caídas. El Ibex fijó su último cambio en los 9.573,60 tras bajar un 0,09%. En la semana se deja un 0,76%.

Los mercados mantenían ayer los focos dirigidos hacia Washington y Teherán, a la espera de informaciones sobre las sanciones económicas adicionales que impondrá Trump y las acciones del Gobierno iraní, que hasta la fecha no han ido más allá del ataque con misiles sobre bases iraquíes con presencia estadounidense para vengar el asesinato del general Qasem Suleimani. La falta de novedades en el conflicto se convirtió en una buena noticia, aunque las cosas podrían cambiar pronto si se producen más enfrentamientos en la zona, no necesariamente bélicos y directos.

Las bolsas europeas, a diferencia de jueves, se mostraron menos entusiastas con las compras. Las cesiones, con todo, fueron muy pequeñas. París y Fráncfort perdían, respectivamente, un 0,09%, mientras que Londres bajó un 0,14%. En Wall Street, se mantenía la carrera de los máximos históricos, aunque media hora después del cierre en Europa se movía a la baja. El Dow Jones superó, por primera vez, los 29.000 puntos.

Dentro del Ibex, sobresalía IAG (+4,60%), catapultado por una mejoría en las previsiones de beneficios de Ryanair. También registraron subidas notables Cellnex (+2,39%) y Acciona (+2,23%). En el grupo de los grandes, el mejor era Iberdrola (+1,74%), respaldado por un informe favorable de un banco de inversión. Caixabank (-2,59%) y MásMóvil (-2,41%) encabezaron las pérdidas en el selectivo.