Pienso seguir con atención los pasos de Montserrat Bassa, diputada de ERC en el Parlamento de Madrid. En el inmenso desbarajuste de la política española la Sra. Bassa es la única política que tiene un programa concreto y eficaz. Concreto porque no oculta su claridad; eficaz porque consiste en ocho palabras: «Me importa un comino la gobernabilidad de España». Según la RAE «comino» tiene dos significados: es el nombre de una planta consumible de la familia de las umbelíferas, y se usa también para designar una cosa insignificante; por ejemplo, dársele a uno un comino ante una cosa de poco interés o una mierda si se habla en familia.

La Sra. Bassa tiene una hermana en la cárcel por pensar políticamente en catalán y proceder en consecuencia. Esto también hace que yo la estime mucho, ya que toda mi filosofía política se resume en cosas muy sencillas como respeto sagrado al pensamiento libre, a la justicia socrática y a la igualdad, sobre todo. Tres dimensiones morales cuyo desconocimiento está produciendo una vez más la aversión europea hacia España. No sé si el Sr. Sánchez podrá remediar esta repetida catástrofe, pero resulta abracadabrante que los fascistas polacos o turcos empleen un lenguaje mejor que el que usan los nuestros, empeñados en descubrir colaboradores aleves del terrorismo cuando la verdad es que etc., etc…