Ion SALGADO
MOVILIZACIONES SEMANALES DE LOS PENSIONISTAS

LA LUCHA POR LAS PENSIONES DIGNAS CUMPLE DOS AñOS

EN ENERO DE 2018 LOS PENSIONISTAS DE HEGO EUSKAL HERRIA SALIERON A LA CALLE PARA DEFENDER UNAS PENSIONES PÚBLICAS DIGNAS. HAN PASADO DOS AñOS DESDE ENTONCES, Y, AUNQUE HAN LOGRADO QUE SUS DEMANDAS ENTREN EN LA AGENDA POLÍTICA, RECONOCEN QUE, POR DESGRACIA, «NADA HAY QUE DECIR DE LOS 1.080 EUROS».

En enero de 2018 los y las pensionistas salieron a la calle para denunciar las medidas adoptadas por el Gobierno de Mariano Rajoy. Tomaron las plazas de las principales ciudades de Hego Euskal Herria para exigir unas pensiones públicas dignas. Una reivindicación que han mantenido semana tras semana durante los dos últimos años.

«Dos años en la calle, ha merecido la pena», apuntaron en la movilización celebrada en Gasteiz, donde realizaron un balance de «la lucha de las pensiones». «Las demandas del movi- miento de pensionistas han entrado en la agenda de partidos políticos e instituciones», señalaron antes de citar las victorias en «el plano material».

«Hemos conseguido que las pensiones suban un 1,7% en 2018 y un 1,6% en 2019, que las pensiones mínimas lo hagan un 3% en ambos años, que el cálculo del salario regulador de las personas viudas pase del 56% en el 2018 al 60% en el 2019, y que la aplicación del factor de sostenibilidad sea prorrogado hasta el 2023».

Y saludaron que «se haya recuperado la sanidad universal, que haya vuelto la cotización a la Seguridad Social de los cuidadores no profesionales, que el SMI haya pasado a los 900 euros mensuales, y que, de nuevo, se haya recuperado el subsidio para mayores de 52 años, con incremento de la cotización durante su percepción».

«Pero a la vez tenemos que decir que, paradójicamente, a 13 de enero, la subida de nuestra pensión para 2020 está aún por decidir, de la misma forma que no se ha dado cumplimiento a la promesa de derogación de la reforma laboral. Por supuesto nada hay que decir de los 1.080 euros de pensión o del complemento autonómico para salvar la brecha de género», añadieron antes de advertir de que «hoy tenemos un nuevo Gobierno apodado como progresista, pero sabemos de la oposición tan cruenta que va a sufrir. No solo en el Parlamento español, también desde el ámbito de la UE y desde los poderes fácticos empresariales y financieros».

Señalaron que algunas de las promesas del nuevo Ejecutivo español formado por PSOE y Unidas Podemos, como la revalorización garantizada de las pensiones, el blindaje constitucional de las mismas o la derogación parcial de la reforma laboral, «con independencia de que las consideremos insuficientes, no van a llegar por el hecho de que figuren en un programa de gobierno».

«Tenemos que ‘ayudar’ con nuestra presión, que a la vez será apoyo a que esas medidas se vayan haciendo realidad. Seguiremos en las plazas y el día 30 de enero secundaremos las movilizaciones», indicaron en alusión a la huelga convocada por la Carta de los Derechos Sociales de Euskal Herria.

Fieles a las movilizaciones

Gotzone es una de las personas que se acercan todos los lunes a la plaza Nueva de la capital alavesa. Esta mujer de 71 años, prejubilada desde hace nueve, ha permanecido fiel a la movilización de los pensionistas para luchar por sus derechos y por los de aquellos que «vienen detrás, que lo van a tener más complicado. Lo van a tener más crudo». «Por eso estamos aquí dando caña», subrayó.

Una opinión compartida por Carmelo, de 63 años, que, en declaraciones a GARA, destacó que la lucha de cada lunes no atañe solo a los pensionistas. «Es por todos. Es por el futuro. Por eso demandamos que la juventud venga a apoyarnos», manifestó, y afirmó que durante estos dos años el movimiento de pensionistas se ha convertido en la «vanguardia» de la lucha social. «Y estoy contento de participar en ella», dijo tras remarcar que ha acudido a las concentraciones de los lunes «casi todas las semanas».

María Pilar, de 67 años, también ha tratado de asistir a todas las movilizaciones. Ha ido a la plaza Nueva «siempre que he podido». Y lo ha hecho para denunciar a un gobierno que «no mira más que por ellos». «Hay que luchar por nosotros y por los demás, por nuestros hijos», manifestó, e hizo hincapié en la situación de las mujeres viudas. «Estamos arrinconadas y si te llega bien y sino también», indicó, y apuntó que, a su juicio, la respuesta de los pensionistas, y de buena parte de la sociedad, ha sido tardía: «Teníamos que haber salido a la calle mucho antes, estamos muy relajados».

Joseba, de 67 años, lleva «cinco años dependiendo del Estado y de los recortes». Y ha participado en las movilizaciones de los pensionistas desde el principo. «He faltado alguna vez para cuidar de los nietos o porque tenía que ir a recogerles a la guardería o a la ikastola», detalló antes de insistir en la necesidad de fomentar la solidaridad con quienes tienen las pensiones más bajas. Asimismo, puso en valor la unidad de acción que se ha logrado durante estos años.

Unidad de acción

Una unidad de acción que se ha visto fracturada en las últimas semanas, ya que no todos los colectivos que forman parte del movimiento de pensionistas apoyan la huelga del día 30. Ante esta situación, y ante otras discrepancias que se puedan dar, Josu Soubier incidió en la necesidad de mantener la unidad en la calle. «Tenemos que continuar todos unidos, porque no nos vamos a retirar de aquí».

A este respecto, Iñaki Martín, uno de los rostros conocidos del movimiento de pensionistas en Araba, aseguró que «estamos dispuestos a seguir aquí todos los días que hagan falta para luchar por nuestras pensiones», porque, tal como recordó ante los presentes en Gasteiz, «gobierne quien gobierne las pensiones se defienden».