Ipurua se engalana para el inicio de una segunda vuelta en la que el Eibar tendrá que ser más pródigo ante su afición que en la primera mitad del campeonato si quiere acabar la temporada por encima del 18ª puesto. Sobre el papel, el calendario se aviene a las buenas intenciones de los azulgranas, que recibirá a más equipos de la zona baja y media, rivales directos ante los que los puntos son, teóricamente, más asequibles –aunque Alavés y Espanyol son dos de los cinco que celebraron el triunfo en el estadio armero en la primera vuelta– y multiplican su valor.

Pero no todos los equipos que pasen por Ipurua serán compañeros de penurias. De hecho, el honor de comenzar la segunda vuelta le corresponde al invitado más ingrato de todos los que ha conocido el Eibar desde que llegó a Primera. Hay otros equipos que cuentan por victorias sus visitas ligueras al estadio eibarrés, pero la relación ha sido tan efímera –un solo encuentro, es el caso de Elche, Osasuna o Valladolid– que cuesta hablar de estadísticas. En el caso del Atlético de Madrid no hay dudas: cinco duelos en Primera, cinco victorias colchoneras. Y sin recurso a la pataleta para el Eibar –que sólo ha sido capaz de marcar un gol en esos cinco encuentros– en forma de árbitro o fortuna. El equipo madrileño ha sido superior siempre y muy superior en bastantes ocasiones.

Y es que el Atlético de Diego Simeone es, probablemente, y pese a las buenas actuaciones, estas sí con recompensa de puntos, de los armeros en Madrid, el peor rival imaginable para el Eibar de José Luis Mendilibar. A la par del Getafe de José Bordalás pero con la ventaja de una chequera más abultada. Las buenas intenciones con las que casi siempre juegan los azulgranas chocan con un equipo que no tiene ningún reparo en acumular futbolistas en su parcela y dejar que pase el tiempo, y crezcan el cansancio y la ansiedad de su rival, a la espera de una oportunidad. Con la calidad que da el dinero, su muralla es infranqueable y a sus delanteros puede bastarles media ocasión para sentenciar un partido.

Como siempre dice Mendilibar, también esta vez, es «un equipo con muy buenos jugadores y un muy buen entrenador que sabe jugar como un equipo pequeño». Aunque al técnico se le queda corta esta definición para un Atlético que, «en realidad puede jugar de diferentes formas, incluso dentro de un mismo partido, y juegan bien a casi todo». «A veces aprietan arriba y otras se meten atrás –explica–, incluso dentro del área. No les van a salir los colores por verse dominados en un momento determinado porque saben que puede sarse así y lo asumen y saben estar a gusto también así. No se ponen nerviosos porque tienen sus momentos y normalmente los aprovechan. Arriba tampoco necesitan hacer diez ocasiones para marcar y en estrategia también son buenos».

Es evidente que, si quiere que a la sexta vaya la vencida, el Eibar tendrá que hacer muchas, posiblemente todas, cosas bien. Las principales, en palabras de su técnico, «estar muy atentos durante todo el partido, no regalar nada» y comportarse «como un equipo. Hemos hecho frente a las bajas fortaleciendo el equipo –recuerda Mendilibar– y espero que sigamos así, para sacar esto adelante lo fundamental es que los jugadores se apoyen en sus compañeros».

Diego Pablo Simeone, por su parte, se refirió al Eibar como un rival «duro y muy complicado. En su campo tendrá presión alta, fuerte. Siempre nos ha costado muchísimo», aseguró.

Cristóforo entra en la convocatoria, en la que se mantiene Atienza

Una semana después de recalar en el Eibar, Sebas Cristóforo podría debutar con la camiseta azulgrana. Ya ha dado el primer paso, con la entrada en una convocatoria nuevamente marcada por las numerosas ausencias.

José Luis Mendilibar se reconoció satisfecho con la llegada del charrúa, de que destaca precisamente la procedencia, entre otras cuestiones. «Es uruguayo, eso tiene algo más que te puede dar, por la competitividad, por las ganas... Y creo que lo bueno para un equipo como el nuestro es que casi siempre juega hacia adelante. Si roba, si tiene el balón, mira hacia adelante, no a los lados o hacia atrás. Creo que nos va a ayudar», se felicitó.

De momentro, entra en su primera convocatoria, en la que repite Miguel Ángel Atienza, que ya tuvo minutos en Mestalla. Respecto a ese partido, regresa Orellana, aunque el chileno ya disputó la eliminatoria copera frente al Cáceres.

El que se cae ahora, por sanción, es Paulo, que acompaña en la lista de bajas a los cinco lesionados. La consecuencia más evidente es que sólo hay dos centrales disponibles, Bigas y Burgos. El argentino disputará su primer partido como titular en Primera, después de que su debut, en la segunda parte del derbi de San Mamés, le dejara fuera de combate hasta la semana pasada, cuando volvió a jugar ante Cacereño en Copa.J.I.