Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

Sí, existen razones...

Lander Martínez, dirigente de Podemos en Euskal Herria, anunció en una solemne rueda de prensa que su formación no apoyará la huelga general del próximo 30 de enero, convocada, como ya saben, por todos los firmantes de la Carta de Derechos Sociales. No hace falta ser una politóloga de muchos títulos para saber que su declaración es el peaje que está pagando al PNV, y de rebote a su camarilla empresarial, por dejar que éste le permita entrar en el club de los que gobiernan, ya sea aquí o en Madrid.

Estas cosas suelen suceder cuando la izquierda tiene los pies de barro y la palabra fácil y se le llama pragmatismo para despistar. Es decir, cuando se apoyan presupuestos, decisiones o políticas neoliberales a cambio de renuncias sociales y migajitas institucionales.

El dirigente de Podemos asegura ver «electoralismo» en la convocatoria; en las redes, el que EH Bildu apoye la huelga lo consideran un oportunismo y sindicatos como CCOO y UGT dirán que no porque hace tiempo que renegaron de ella.

Yo en cambio no quiero perderme en disquisiciones que solo miran al dedo que señala la luna. Soy de las que sí secundaré la huelga. Y lo haré porque no me gusta la desigualdad y la tristeza que veo a mi alrededor; porque, en este oasis vasco, sí existen razones suficientes y porque creo que la huelga es y siempre será el derecho y la fuerza de la clase trabajadora.