La Guardia Civil detuvo a primera hora de ayer a Antton López Ruiz, Oihana San Vicente, Oihana Garmendia y Haimar Altuna acusados de organizar casi un centenar de recibimientos a exrepresaliados. Tras declarar ante el instituto armado, los cuatro fueron quedando en libertad a lo largo de la tarde.

El Ministerio español de Interior informó en una nota de que la operación, bautizada “Kabat”, había sido ordenada por el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional española, encabezado por el juez Manuel García Castañón, conocido por ser el impulsor de la redada y posterior encarcelamiento de nueve CDR. A los arrestados ayer les acusan de organizar «casi un centenar –95– de homenajes a miembros de ETA y su entramado de apoyo», celebrados entre diciembre de 2016 y octubre de 2019 en Hego Euskal Herria, por lo que concluye que se trata de una conducta «reiterada y sistemática» desplegada a partir de «una estructura organizativa». En base a ello, les imputan un presunto delito de «enaltecimiento y humillación y menosprecio a las víctimas del terrorismo».

La nota de Interior señala que las «investigaciones» se iniciaron hace año y medio y que los detenidos «han dirigido y coordinado en primera persona los actos de homenaje», que se materializaban «a través de la dinámica Kalera Kalera».

«Para ocultar al verdadero núcleo organizador de los homenajes a los terroristas han sido utilizadas diversas asociaciones, que eran instrumentalizadas y usadas a modo de pantallas para encubrir a los promotores genuinos», argumentó el instituto militar, que añadió que después estos recibimientos se llevan a cabo «bajo las directrices» de este supuesto grupo.

Este tipo de delitos están contemplados en los artículos 571 a 577 del Código Penal español con penas que van de uno a los tres años de cárcel. Sin embargo, al citar 95 distintos actos de recibimiento a presos y exiliados podría variar este extremo. El juez instructor podría optar por acusar de «delito continuado de enaltecimiento» o 95 delitos distintos de «enaltecimiento del terrorismo». Asimismo, el hecho de que Interior apunte a un «núcleo organizador» de los señalados recibimientos tampoco permite descartar que la instrucción derive en una acusación de «asociación ilícita», según indicaron fuentes jurídicas consultadas por GARA, de lo que ya existen precedentes en el independentismo gallego.

Incriminaciones de este estilo han sido resueltas en numerosas ocasiones con citaciones judiciales. También en Euskal Herria. Sin embargo, el instituto armado volvió a escenificar en distintas localidades de Euskal Herria una gran operación contra el independentismo vasco. En el operativo de ayer, López Ruiz, uno de los portavoces de Presoen Batzordea de Sortu y portavoz de la dinámica Kalera Kalera, fue apresado en su domicilio de Zarautz, mientras que Oihana Garmendia, que comparte labor en el mismo colectivo, fue detenida en Gernika, cuando acudía a trabajar.

A su vez, Oihana San Vicente, responsable política de Sortu en Araba e integrante del Consejo Nacional del partido, fue apresada en Agurain, cuando se disponía a dirigirse a Gasteiz. Por su parte, Haimar Altuna, responsable de Sortu en Gipuzkoa, fue detenido en un control del instituto armado cerca de Tolosa. Según explicó en una entrevista concedida a NAIZ Irratia, al poco tiempo de salir de su vivienda observó cómo dos vehículos le seguían desde Lizartza y antes de llegar a Tolosa se encontró con el control de la Guardia Civil, donde le comunicaron su detención.

Garmendia fue trasladada al cuartel de Bilbo y San Vicente al de Salsomendi en Gasteiz, mientras que Altuna y López declararon en Intxaurrondo.

Altuna, en las ondas de NAIZ Irratia, rechazó las acusaciones y recordó que la izquierda soberanista vasca es «la única» que pide el reconocimiento de «todas las víctimas», mientras que «para otros hay solo víctimas de un lado».

El dirigente de Sortu en Gipuzkoa situó la operación policial en un «contexto muy concreto». «De nuevo, en lugar de resolver el conflicto político de una forma justa y sensata, su receta son detenciones, represión y negación». Frente a ello, se quiso dirigir a la sociedad vasca, «que ya ha demostrado recientemente en Bilbo y Baiona que quiere una solución integral. Que quienes están en prisión o en el exilio regresen a casa también es una apuesta por la convivencia». En ese sentido, abogó por seguir «a partir de hoy mismo» trabajando y pidió hacerlo mano a mano con la sociedad. «Seguirán poniéndonos trabas, pero si conseguimos trabajar como pueblo podremos superar también esos obstáculos».

Pese al despliegue policial y el revuelo mediático de primera hora, Interior ya avanzó poco después de que se conociesen las detenciones que los apresados serían puestos en libertad, «a disposición de la autoridad judicial», una vez hubiesen prestado declaración en dependencias de la Guardia Civil. De hecho, a las 17.00 los cuatro detenidos ya habían abandonado los respectivos cuarteles.

Precedentes

Las detenciones de ayer no son las primeras que se dan en los últimos años bajo el mismo paraguas de la «humillación» a las víctimas. De hecho, López Ruiz y Garmendia ya fueron arrestados hace dos años, en marzo de 2018, acusados de «enaltecimiento del terrorismo» por participar en el acto de despedida a Belén González que tuvo lugar en Lazkao en noviembre de 2017. En aquella operación también fueron arrestadas Miren Zabaleta y Olatz Dañobeitia. En aquel caso no hubo orden de la Audiencia Nacional, sino que fueron unas «diligencias» practicadas por la propia Guardia Civil, que después envió un informe al tribunal especial. Tras ser conducidos al cuartel de Intxaurrondo, todos quedaron en libertad al cabo de unas horas.

Asimismo, en mayo de 2019, y siguiendo el mismo patrón dirigido por el instituto armado, tres personas fueron detenidas en Iruñerria acusadas de portar fotos de presos durante el paso de Korrika por la capital navarra. Pese al operativo y a los titulares que también entonces se reprodujeron a botepronto, apenas pasaron unas horas en dependencias policiales.

Maddalen Iriarte: «Euskal Herria no merece despertar así»

La operación de la Guardia Civil contra cuatro dirigentes independentistas provocó el rechazo de formaciones y sindicatos soberanistas. La portavoz de EH Bildu en el Parlamento de Gasteiz, Maddalen Iriarte, observó una «respuesta de algunos poderes del Estado a la agenda democratizadora» que está proponiendo la coalición. «Euskal Herria no merece despertar así, debemos acabar con la represión».

En la misma línea, el responsable de Sortu Arkaitz Rodríguez destacó «un nuevo intento por parte del Estado profundo, por parte de la ultraderecha judicial, policial y mediática por condicionar, enfangar, obstaculizar e intentar frustrar esta ventana de oportunidad que el independentismo ha contribuido a generar». Del mismo modo, Sare afirmó que la operación «retrotrae a épocas pasadas» ya que «la libertad de expresión y manifestación vuelven a ser vulneradas por un poder judicial predispuesto a hacer oposición política».

El sindicato ELA observó un intento de «criminalizar un espacio político legítimo» y optó por que la «oportunidad o no» de estos actos los delibere la opinión pública. «Con estas detenciones, se ha querido atacar a un pueblo dispuesto a construir un futuro basado en la convivencia democrática», añadió LAB.