Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

Una vergüenza

El Ayuntamiento de Gasteiz, gobernado por PNV y PSOE, se ha dado prisa en ponerse al día con las políticas de recortes sociales. Sobre todo con aquellas que afectan a necesidades tan básicas como el comer o la atención a personas mayores vulnerables. El comedor social de las Desamparadas, situado en el centro de Gasteiz, es desde hace años una referencia de ayuda para todas aquellas personas cuyos ingresos no alcanzan a fin de mes y muchas veces ni a mediados, ni a principios. Un recorte del 18% en los presupuestos del 2020 dejará fuera de esta cobertura social, es decir, sin comida y sin cena, a 40 de las personas que, diariamente, se ven obligadas a recurrir a estos servicios. En la ayuda a domicilio que hasta ahora garantizaba el bienestar diario de las personas mayores en sus hogares, los requisitos se han endurecido también por razones neoliberales. A partir de ahora, habrá que demostrar que se malvive en una situación límite, física, económica o familiar, para tener el derecho a ser atendida, contando, claro está, que no te hayas muerto mientras lo demuestras. Estas situaciones parecen cuestiones menores, anecdóticas en una ciudad con grandes proyectos en su agenda. Pero no es así. Reflejan el desprecio social hacia colectivos que, a juicio del «oasis vasco», hace tiempo que dejaron de ser rentables para la ciudad y para la vida. Una vergüenza.