Ane URKIRI ANSOLA
DONOSTIA
Elkarrizketa
PEIO IGEREGI
MIEMBRO DE ACCIÓN SINDICAL DE ELA

«Aquí no se puede vivir dignamente con 1.000 euros»

El miembro de acción sindical de ELA Peio Igeregi atiende a GARA para explicar cómo se está cociendo la huelga general del 30 de enero en los centros de trabajo de Hego Euskal Herria. Es optimista y asegura que la huelga tendrá una gran incidencia.

Mitxel Lakuntza, secretario general de ELA, afirmó que ahora hay más razones para la huelga. ¿Hay más razones o hay más posibilidades de cambio?

Las dos cosas. Hemos leído el acuerdo de Gobierno de PSOE y Unidas Podemos y no se cumple ni una de nuestras reivindicaciones. Parcialmente, en algún que otro ámbito, hay una ligera mejoría. Esto nos da más razones para la huelga. Sabemos que cada voto es más importante, que si la sociedad está activa hay más posibilidad de condicionar cada voto. En ese sentido, esta huelga tiene más sentido que hace dos meses.

¿Cuál está siendo la respuesta?

En la CAV, en general, la respuesta está siendo muy positiva. En Gipuzkoa es habitual hacer votaciones y eso nos da una idea. De cada nueve votos a favor hay uno en contra. En Nafarroa sabemos lo que somos y en las empresas en las que tenemos representatividad la incidencia será grande. Claro que condiciona que UGT y CCOO no se hayan sumado. UGT es el sindicato mayoritario, le sigue CCOO y ELA es la tercera fuerza, pero con poca diferencia.

El Gobierno español ha subido el SMI hasta los 950 euros.

Nosotros no firmamos ningún convenio de 950 euros. No es referencia para nosotros. El SMI de Hego Euskal Herria debe ser de 1.200 euros según las estimaciones de la Carta de Derechos Sociales de Europa, que fija que el SMI debe ser el 60% de la media salarial. Según un informe de CCOO, en el Estado español ese 60% es de 1.014 euros. Con 1.000 euros no se puede vivir dignamente en Euskal Herria.

Les han reprochado utilizar las proclamas de las personas pensionistas para convocar esta huelga y tratar de dividir el movimiento.

Hemos convocado la huelga general porque el movimiento de pensionistas así nos lo ha pedido. Nosotros le respondimos en afirmativo, otros han replicado que es tiempo para negociar y que hay que dar tiempo al Gobierno de Madrid. Esperemos que con esta huelga se fortalezca el movimiento de pensionistas. Los sindicatos que no apoyan la huelga son aquellos que aprobaron la reforma de pensiones de 2011 con el que alzaron la edad de jubilación hasta los 67 años. Las plataformas de jubilados piden la derogación de esa reforma, entre otras cosas.

¿Qué ha cambiado desde la última huelga general del 2013?

Ha terminado una etapa de decrecimiento y hemos vivido una etapa de crecimiento. En este tiempo, ha cambiado mucho el mercado laboral pero, en cambio, se ha propagado la precariedad. Nos preocupa que en una etapa de crecimiento haya aumentado la pobreza. Detrás de esto están los contratos parciales y provisionales, bajadas de sueldos... Y esto afecta generalmente a las mujeres. El gran triunfo de este sistema ha sido hacer creer que no existen alternativas y gran parte de la sociedad necesita esas alternativas.

En las luchas del día a día demostramos que existen opciones y que la lucha política mejora las condiciones de vida de las personas. A nosotros nos enorgullece que Euskal Herria sea uno de los territorios que más huelgas hace en Europa. Esta tiene que servir para alimentar otras luchas, porque en esas luchas se ve que se puede escapar de la precariedad.

¿Qué tiene que pasar el 30 de enero para que Lakua y la patronal se reúnan con ustedes y empiecen a debatir a partir de estas cuestiones?

Para empezar, tendrán que tomar un fármaco de la humildad. Además, no es cuestión de reunirse con nosotros, sino de mostrar un talante democrático. Para que nosotros podamos poner encima de la mesa estas propuestas necesitamos la respuesta de la gente, y eso lo tendremos el jueves. Tenemos claro que la única nota positiva en cuanto a las pensiones es la subida en base al IPC y eso no sería posible sin la presión del movimiento de pensionistas de Hego Euskal Herria.

¿Qué ocurrirá a partir del 31 de enero?

Tendremos que saber cómo gestionar todo el potencial generado. Esperemos que algunos abandonen su postura y se sientan a hablar desde distintas perspectivas. Que nos sentemos a hablar mirando a Madrid, mirando a la CAV y Nafarroa y a la patronal.

¿Y si no se abren esos espacios?

Tenemos que utilizar la energía de estas movilizaciones para alimentar otras. Hemos pedido directamente a la patronal un SMI de 1.200 euros, garantizar la subrogación en las subcontratas, una máxima y mínima jornada laboral y que tome medidas en contra de la brecha salarial. Si tiene voluntad, lo puede hacer mañana mismo. Si nos dice que no, seguiremos con las movilizaciones.

En ese sentido, el movimiento de pensionistas seguirá en la calle si no ve mejoras. Tendremos que alimentar todo ello para convocar más movilizaciones y generar más presión desde nuestra posición.