Tras el encuentro de ayer entre el presidente de EEUU y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que no cesan de intercambiarse elogios, Donald Trump recibió al líder de la oposición israelí, Benny Gantz, un mes antes de las elecciones en Israel.

La visita prepara la presentación del que el presidente de EEUU denomina «plan del siglo» que hará público hoy y que anunció asegurando que «muchos» países árabes se han mostrado de acuerdo con su plan.

El presidente estadounidense afirmó que «gustará mucho» tanto a Netanyahu como a Gantz. Añadió que los palestinos «probablemente no lo van a querer de entrada, pero creo que al final sí lo harán», y aseguró que «es excesivamente bueno para ellos» y «deberían quererlo».

Pero está condenado al fracaso. El primer ministro palestino, Mohamed Shtayé, llamó ayer mismo a la comunidad internacional para que lo rechace por su vulneración del derecho internacional y de los derechos del pueblo palestino.

«Este plan no devuelve la tierra ocupada a su pueblo, no reconoce las fronteras de 1967, no reconoce Jerusalén como territorio ocupado, sino que se lo da a Israel como capital, lanza una guerra financiera contra la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, cierra la oficina de Palestina en Washington y trabaja para secar las fuentes financieras de la Autoridad Palestina», agregó. La Autoridad Palestina ya ha rechazado cualquier mediación de EEUU por sus decisiones sesgadas y favorables a Israel.

Estado Islámico

También el Estado Islámico intervino y llamó a «los musulmanes en Palestina y en todos los países a que sean una punta de lanza en la lucha contra los judíos y a hacer fracasar sus planes», como el «acuerdo del siglo». Su nuevo líder, Abu Hamza al-Qurashi, aludió en concreto a los yihadistas presentes en la península del Sinaí y en Siria para que prueben en asentamientos y mercados «armamento químico, cohetes y otras armas», a la vez cargó contra las organizaciones palestinas.