GARA
PEKÍN

Xi: «La epidemia es un demonio y no podemos dejarlo escondido»

Xi Jinping subrayó ayer que su país libra una importante batalla contra el «demonio» del nuevo coronavirus y pidió transparencia en los esfuerzos que hace su Gobierno para contener la epidemia. «Es un demonio y no podemos dejar escondido ese demonio», manifestó durante una reunión con responsables de la OMS. EEUU, Estado francés, Japón y otros países se disponían a evacuar a sus ciudadanos. Alemania ha confirmado su primer caso.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se reunió ayer en Pekín con el presidente chino, Xi Jinping, para estudiar la protección de los ciudadanos en las zonas afectadas por el coronavirus de Wuhan. En la entrevista con Xi se analizó la posible evacuación de extranjeros en ciudades como Wuhan, algo que han comenzado a gestionar países como EEUU, Estado francés y Japón, así como las medidas a tomar para evitar que tales repatriaciones no contribuyan a la expansión del virus, señaló en rueda de prensa el portavoz de la OMS, Christian Lindmeier.

Por ahora, según la OMS, se han registrado 4.428 casos en China, con 106 fallecimientos, mientras que otros 45 pacientes han dado positivo en 13 países, entre ellos Alemania, donde ayer se confirmó el primer caso, el de un hombre que tuvo contacto con una compañera que regresó de China.

Lindmeier subrayó que el rápido aumento de casos no es necesariamente una razón para volver a convocar un comité de emergencia en la OMS con el fin de estudiar la declaración de una alerta internacional, opción que fue provisionalmente descartada la pasada semana.

«Se requieren tres criterios: que se trate de un evento extraordinario, que constituya un riesgo de rápida expansión en otros países, y que requiera una respuesta coordinada internacional», destacó, aclarando que pese a la no declaración de alerta global ya hay una respuesta coordinada en todo el mundo.

Lindmeier informó de que el perfil de los fallecidos por el coronavirus continúa siendo el de personas con complicaciones de salud previas, muchos de ellos de edad avanzada, y confirmó que el periodo de incubación, en el que el coronavirus puede transmitirse a otras personas, ronda entre uno y catorce días.

Xi resaltó tras la reunión que «la epidemia es un demonio y no podemos dejar escondido ese demonio». «El Gobierno chino siempre ha tenido una actitud abierta, transparente y responsable a la hora de difundir información a nuestros ciudadanos y a otros países», agregó.

Cuando surgió la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) en 2002-2003, la OMS criticó a China por haber retrasado la difusión de la alerta por la enfermedad y haber intentado minimizar su alcance. La epidemia mató a 774 personas en el mundo, 648 en China.

EEUU, Estado francés, Japón y otros países se preparaban para evacuar a sus ciudadanos de Wuhan, pese a que la OMS «no recomienda» su evacuación.

Wuhan, donde apareció el coronavirus en diciembre, y casi la totalidad de la provincia de Hubei están aisladas del mundo desde el jueves por orden de las autoridades para intentar frenar la epidemia. Un confinamiento que sorprendió a miles de extranjeros en la región. Japón anunció que enviará un avión a Wuhan para evacuar a unos 200 nacionales y aprovechará para llevar a la ciudad «mascarillas y trajes de protección».

La propagación del virus aumenta la ansiedad y las medidas de contención. Muchos países reforzaron la precaución en sus fronteras. Mongolia cerró la carretera con China. Malasia prohibió la estancia a las personas originarias de Hubei. Varios países desaconsejan viajar a esta provincia, pero Alemania lo extendió a toda China.

Las autoridades prolongaron tres días, hasta el 2 de febrero, las vacaciones de Año Nuevo para retrasar los retornos masivos a las ciudades de cientos de millones de trabajadores migrantes y reducir el riesgo de propagación de la epidemia.

Además el comienzo del semestre estudiantil de primavera fue aplazado indefinidamente, informó el Ministerio de Educación. China recomendó a sus ciudadanos posponer sus planes de viajes «no necesarios» al extranjero. Hong Kong anunció que cerrará lugares públicos como estadios, museos y piscinas.