M.I.
HASTA QUE LA BODA NOS SEPARE

Atresmedia ha encontrado en el remake de comedias foráneas un nuevo filón

Cuando el barcelonés Dani de la Orden estrenó su anterior realización “Litus” (2019), dijo que se trataba de un proyecto personal que había podido hacer por fin gracias al éxito comercial de comedias de encargo como “El pregón” (2016) y “El mejor verano de mi vida” (2018), pero lo cierto es que se le había pegado definitivamente el estilo de las producciones cinematográficas de las cadenas televisivas, al que vuelve ya de lleno con “Hasta que la boda nos separe” (2020). No es sino otro de los remakes que Atresmedia hace de películas taquilleras de cinematografías foráneas, y en los que ha encontrado un nuevo filón a explotar, máxime si se da la circunstancia de que casi nadie ha visto el original y no se puede comparar. Yo soy de los que no han visto la francófona “Jour J” (2017), de Reem Kherici, pero basta con leer su sinopsis para darse cuenta de que el argumento es exactamente el mismo.

El rol central de la wedding planner recae en Belén Cuesta, reciente ganadora del Goya de Mejor Actriz por “La trinchera infinita” (2019), y volviendo a su habitual vis cómica. Básicamente es una comedia de enredo y equívocos, ya que toda la comicidad deriva de un malentendido inicial. La organizadora de bodas en cuestión disfruta de su soltería, porque al contrario de sus clientes no entiende de ataduras ni compromisos, hasta que su situación se complica cuando conoce a un tipo que ya está emparejado. La novia de él encuentra por casualidad la tarjeta profesional de la amante, y cree que su chico le está preparando su boda en secreto, a lo que se presta gustosa para darle el sí definitivo y pasar por el altar. Como toda película con boda de por medio posee un carácter coral, con personajes que salen y entran en escena, interpretados por rostros famosos de la pequeña y gran pantalla.