REAL MADRID 93

R. BILBAO BASKET 83

Nada se puede objetar al torneo copero de RETAbet Bilbao Basket. Aún casi sin fuelle, y pese a la defensa que padeció Bouteille, le compitió a un Real Madrid que tuvo que sudar de lo lindo antes de deshacerse de los bilbainos, al punto que debió echar mano del talento de Llull para apearlos.

Si los hombres de negro temían encontrarse con una salida en tromba del Real Madrid, pudieron respirar tranquilos, ya que saltaron más bien a la expectativa. Como era de prever, la receta defensiva del Real Madrid fue parar como diera lugar a Bouteille, amén de que el alero galo sufría en defensa, bien emparejado con Randolph, bien con Gabriel Deck. Sin embargo, a partir del acierto de Rouselle, Bilbao Basket enseñó su cresta a la escuadra merengue, cediendo por 23-21 solo al final del primer cuarto.

Bouteille estuvo 15 minutos sin anotar, pero sus compañeros demostraron que este Bilbao Basket tiene más recursos. Balvin, Lammers y Sulejmanovic dieron empaste reboteador a los de Mumbrú, que además mantenían un acierto rayano el 50% así en tiros de dos como en triples. Eso sí, la labor bajo la pintura de Tavares, más los buenos minutos de Llull o Causeur fue haciendo daño a la defensa bilbaina. Por fortuna, un Bouteille más asentado encontró el acierto en la recta final de la primera mitad, cerrando con un triple para poner el 50-47.

Sabiendo sufrir

La lógica empezó a pesar de más a partir del tercer cuarto. Carroll empezó a encontrar el camino del aro, al tiempo que la defensa madridista empezó a ser mucho menos contemplativa.

A partir de la defensa, el ataque madridista sacó la trituradora. Tavares, Deck y Campazzo lideraron un parcial de 14-0 con el que romper el partido, 71-55. Si no quedó todo decidido antes del último cuarto, 73-63 en el marcador, fue gracias a Sergio Rodríguez, que logró un gancho y una asistencia para Balvin.

De hecho, el canario tiró de su equipo para liderar un parcial de 2-9 para poner el 75-70 y despertar al Carpena. Pero como los milagros no abundan, Sergi Lull emergió en los momentos de apuro a golpe de triple, poniendo el listón a una altura que Bilbao Basket no pudo alcanzar, pese a luchar hasta el final. Eso sí, los de Mumbrú pelearon y se ganaron el aplauso de la grada y hasta de su propio adversario.

Mumbrú: «Estoy muy orgulloso de mi equipo»

Parco en palabras, Alex Mumbrú resumió lo que opinaba todo el universo del basket sobre los hombres de negro. «Estoy muy orgulloso de mi equipo. A pesar del parcial de 23-16 del tercer cuarto seguíamos en el partido, hasta que los dos triples de Llull han sentenciado la eliminatoria», reconoció.

Hasta el propio Pablo Laso admitía que «tiene mucho mérito el cuerpo técnico de Bilbao Basket. Hemos tenido que ir madurando el partido, jugada a jugada, para poder llevárnoslo». A.G.