Dabid LAZKANOITURBURU

Turquía amenaza a los yihadistas de Idleb tras las críticas de Rusia y refuerza tropas

Turquía ha amenazado con atacar a los yihadistas de Idleb, lo que apunta o a un cambio de estrategia, forzado por Moscú, o a una justificación a su despliegue en la provincia.

«Utilizaremos la fuerza contra quienes no respetan el alto el fuego, incluidos los radicales», declaró el ministro de Defensa turco, Hulusi Akar, a la agencia Anadolu durante una visita a la sede de la OTAN en Bruselas.

Horas antes, y después de que el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, acusara a Moscú de tomar parte en una «masacre» de civiles en Idleb, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, respondió acusando a Turquía de no hacer nada «para neutralizar a los terroristas de Idleb», lo que tildó de «inaceptable».

Erdogan y el presidente ruso, Vladimir Putin, hablaron el miércoles por teléfono «en el contexto del aumento de las tensiones en la zona de desescalada de Idleb» y constataron, siempre según el Kremlin, la importancia de una «plena implementación» de los acuerdos ruso-turcos sobre Idleb, incluido el memorándum de Sochi de 2018. Dicho acuerdo establecía un alto el fuego, que incluía la instalación de una docena de puestos de observación turcos.

El pacto incluía sendos compromisos irrealizables. De un lado, Rusia se comprometía a «exigir» a Damasco que no intentara reconquistar el único bastión fuera de su control, aparte de Rojava.

De otro, Turquía firmaba un compromiso para separar a rebeldes sirios más o menos homologables de los salafistas-yihadistas, entre los que se incluye a la sección siria de Al Qaeda. Estos últimos controlan buena parte de Idleb.

Siendo imposible separar a unos de otros en un contexto de asedio militar tampoco está claro que Ankara, con un Gobierno islamista, estuviera dispuesta a hacerlo. Por de pronto, Ankara ha anunciado, junto a su amenaza a los yihadistas que enviará más tropas para «garantizar el alto el fuego». O ¿no será para reforzar su presencia?.