El PSN unió ayer sus votos a los de Navarra Suma para aprobar una nueva Ley de Símbolos frente a sus socios de gobierno y a EH Bildu. De este modo, el PSN se alineó con el principal partido de la oposición, caracterizado por un discurso exacerbado.

Javier Esparza, el portavoz de Navarra Suma, estaba ayer exultante. Reconoció que estaba contento. Hasta el punto de que soltó perlas como «lo que llaman Régimen suma hoy 31 escaños y toma una decisión política. Y me alegro».

Navarra Suma y el PSN suscribieron una enmienda in voce minutos antes de que comenzara la votación, lo que ya anticipaba el resultado. La norma aprobada ayer fue presentada inicialmente por Navarra Suma e incluía procedimientos sancionadores contra los ayuntamientos que coloquen la ikurriña. Pretendía «corregir» la derogación de la norma realizada la pasada legislatura. El PSN permitió que pasase a ser analizada en comisión, donde se la han eliminado todos los elementos sancionadores.

Este fue el argumento al que se aferró el PSN para intentar justificar la coincidencia de voto con la rampante Navarra Suma. A Ramón Alzórriz le tocó la papeleta de explicar su posición y optó por tratar de presentarse como equidistante entre una derecha «que intenta adueñarse de los símbolos» para ocultar la agenda social del Gobierno de Chivite y los grupos abertzales. «No hace falta envolverse en la bandera o tatuarse el escudo. Cada vez que canten el himno, hablaremos del cambio climático», señaló.

Uxue Barkos, líder de Geroa Bai, principal socio de gobierno de Chivite, subió muy molesta a la tribuna. Señaló que el PSN tenía que estar pasando «vergüenza torera» por apoyar una norma que fue informada negativamente por el vicepresidente primero del Gobierno, Javier Remírez, afiliado de este partido.

Barkos añadió que la felicidad que ayer proclamó Esparza se debía a «los anhelos de recuperar el quesito» acuñado por Miguel Sanz, pero subrayó que es algo que no volverá a suceder.

«Cobardía y bote salvavidas»

Junto a ello, Barkos acusó al PSN de «cobardía política» por aceptar la tramitación de esta ley propuesta por Navarra Suma justo en un periodo preelectoral antes de que se votara para el Congreso español. El pasado 3 de octubre Navarra Suma y el PSN también votaron juntos para tomar en consideración la proposición de ley foral, con el rechazo de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu e I-E. Las mismas posiciones que se registraron ayer.

Adolfo Araiz, portavoz de EH Bildu, por su parte, censuró al PSN por «ofrecer un bote salvavidas a la derecha cuando les están achacando permanentemente estar en la irrelevancia política». Araiz recordó que en la pasada legislatura se eliminó el régimen sancionador a los ayuntamientos que colocasen la ikurriña y que UPN llegó a plantear incluso que los consistorios pudieran llegar a perder las subvenciones.

Frente a ello, Araiz defendió que los ayuntamientos puedan colocar la ikurriña o cualquier otra bandera si así lo aprueban democráticamente, y destacó que la «ikurriña es símbolo de libertad para miles de personas, también en Navarra». Asimismo, recordó que quienes diseñaron la actual bandera navarra en 1910 por encargo de la Diputación «hoy serían tildados de nacionalistas y batasunos».

Ainhoa Aznárez, de Podemos-Ahal Dugu, preguntó a Esparza si ayer no tenían previsto «montar la performance y el circo que hicieron» cuando la pasada legislatura se votó sobre los símbolos. Junto a ello, reclamó a Navarra Suma que no hable solo de banderas, sino también de las competencias, «que también son símbolos de Navarra». En este sentido, defendió que «ser navarra también es dar soluciones a los problemas que generan los fondos buitre o permitir que se pueda escoger modelo educativo».

Marisa de Simón, de I-E, destacó que los símbolos de Nafarroa ya están regulados y que no hay necesidad de insistir en esta cuestión. «Esta ley no sirve para nada», espetó a Alzórriz, a quien acusó de «estar en una competencia de navarridad con Navarra Suma».