Txema Mendibil
Matemático
KOLABORAZIOA

Dinero y coronavirus

A algunas personas nos produce sonrojo el autobombo de ciertos políticos y grandes empresarios que parecen estar «dándolo todo» en estos tiempos de pandemia. Conviene poner algunos ejemplos para mostrar cómo una buena crisis les puede venir bien para mostrar su compromiso con el bien común, por encima de todas las dudas.

En esta línea, no hay día en que los responsables de la Comunidad de Madrid exijan más fondos y medios. Sin olvidar sus recortes pasados en sanidad (y residencias), surge una pregunta inmediata. ¿Qué autoridad moral tienen esas personas cuando han estado quitándole dinero a la sanidad y regalándoselo a los ricos al suprimir los impuestos sobre la propiedad? ¿Estaría Madrid en mejor situación para afrontar esta crisis si no se hubiese convertido en un paraíso fiscal para millonarios suprimiendo el impuesto de patrimonio y el de sucesiones y donaciones y reduciendo el IRPF?

Otro ejemplo se da con las loas al Gobierno chino y a sus empresarios (muy) afines por los donativos en marcha, algunos conseguidos por su majestad, el rey no emérito. Está bien ese lavado de cara, aunque contrasta su generosidad con el autoritarismo mostrado al purgar a médicos que avisaron sobre el peligro del virus. O con la permisividad con los mercados de animales salvajes vivos para alimentación o «medicina tradicional». Pero qué bien lo han hecho luego, una vez que ayudaron a la creación y expansión de la enfermedad. Luego dirán que Alibaba (y Amazon) no están ahora subiendo su cuota de mercado. Donde esté una buena inversión en marketing...

Hablando del rey. No puede renunciar en vida a la herencia de su padre, pero puede pedirle (públicamente) que devuelva todas las comisiones que cobró en los últimos 50 años para paliar los efectos de la crisis entre los que menos tienen. Porque lo de su hermana y su cuñado se queda en mera anécdota al lado de lo que está saliendo.

Y qué decir de los donativos de Gates, Ortega o Roig. Es loable que tengan esos detallitos. Pero ¿no hubiese sido mejor no financiar y participar en los lobbies y estructuras que han conseguido que casi no paguen impuestos? Si alguien paga muchísimo menos porcentaje de impuestos sobre el crecimiento de su fortuna que la media de los mortales, ¿hay que proponerlo para premios y vanidades varias por las limosnas que da? ¿O afearle su conducta insolidaria antes de que esas limosnas se necesiten?

Y llegamos a los 200.000 millones comprometidos. Qué palabra más bonita. Así los incautos creen que el Gobierno «se compromete» a gastar ese dinero. Pues no, el gasto directo solo asciende a 17.000 millones (por comparar, el rescate a la banca fueron 220.000). Luego hay 100.000 millones en avales a préstamos de la banca (que prestarían sin correr ningún riesgo a quienes ellos quisieran sin ningún control democrático, ¡viva el capitalismo de amiguetes asegurado por el Estado!), lo cual es ridículo en un período con exceso de liquidez y el interbancario en negativo (a la banca le cuesta dinero si no presta). El resto son aplazamientos y otras cosas que luego se cobrarán, como muchos avales se devolverán.

La siguiente pregunta es pertinente. ¿Cómo se financiará este gasto? Pues como siempre, haciendo que el 99% pague al 1% más rico. Pero la explicación mejor la dejo para otro artículo.