La consejera de Salud de la CAV, Nekane Murga, sigue enfadada. Ayer volvió a salir, visiblemente molesta, en defensa de los laboratorios de Osakidetza, como si lo que se haya puesto en duda sean la pruebas realizadas en centros de la sanidad pública y no la desatención del protocolo elaborado por 55 científicos vascos para hacer más test.

Tras dos semanas de espera, parece que la validación por parte de Salud del test de la UPV-EHU –un paso que la Comunidad de Madrid no pidió a la Complutense– está a punto. También está en proceso de validación Neiker, al que se puede sumar BioDonostia, que ayer recibió la validación del Instituto Carlos III. Una aprobación que también recibieron dos laboratorios privados en Nafarroa, donde el CIMA ha desarrollado un protocolo de características parecidas al de la UPV-EHU. Veremos qué laboratorio se pone antes en marcha.

Con todo, el problema no es exclusivo del sur del Bidasoa. Los laboratorios de Lapurdi siguen también a la espera de luz verde oficial para ponerse a hacer test, en este caso serológicos. Mientras, la Mancomunidad Vasca anunció ayer que distribuirá máscaras de forma gratuita entre toda la población.

Comparación tramposa

Volviendo a Murga, en su intervención ante la Diputación Permanente repitió que la CAV es uno de los territorios europeos que más test hace, y aseguró que pueden llegar a 8.000 diarios. El jueves, en rueda de prensa, dijo que eran entre 6.000 y 7.000. Ayer se realizaron 4.399 PCR.

Esta cifra dio pie a que Murga comparara la CAV con la región italiana de Veneto, una de las referencias europeas en la gestión de la crisis sanitaria, según señaló la propia consejera. «Hacen en torno a 8.000 test, hoy nosotros hemos hecho, con la mitad de habitantes, la mitad», señaló.

Sin embargo, no hace falta más que mirar los datos para encontrar la trampa de Murga. Los datos de ayer, en efecto, fueron los referidos, pero la comparación global abre un abismo. En Veneto, con 4,9 millones de habitantes, se han hecho 296.896 pruebas PCR, lo que da una ratio de 60,5 pruebas por cada 1.000 personas. En la CAV, sin embargo, con 2,2 millones de habitantes, se han hecho un total de 70.760 test PCR, lo que arroja un índice de 32,3 pruebas por cada 1.000. La mitad.

No hay que olvidar, además, que la incidencia del coronavirus ha sido menor en la región italiana. Con el doble de habitantes, no ha registrado muchos más casos (17.229 frente a 13.780) y ha sufrido prácticamente los mismos fallecidos (1.244 frente a 1.193 en la CAV).

Esta es, precisamente, la óptica que ayer propuso el científico de la NASA Eneko Axpe para valorar la cantidad de test realizados por habitante. Las noticias para Hego Euskal Herria no son buenas: es un territorio con una buena ratio de test por habitante, pero también es uno de los más afectados por el coronavirus en Europa. Si se calculan los test realizados por cada positivo confirmado, Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa caen a la cola europea, como se ve en el gráfico. De ahí la insistencia en las virtudes de hacer cuantos más test, mejor.