B.Z.
DONOSTIA

Lakua admite que la ratio de contagio calculada por Madrid es más precisa

Igual que en 2008 aprendimos qué era la prima de riesgo, en 2020 vamos a tener que aprender que es el R-0, el número reproductivo básico, algo que para hacer entendible un titular puede traducirse como ratio de contagio, aún a riesgo de enfadar a algún epidemiólogo. Entender cómo se calcula son palabras mayores, pero explicar qué refleja es sencillo: el índice señala a cuánta gente contagia cada infectado. Cuando el R-0 está por debajo de 1, significa que la epidemia va cuesta abajo, si supera ese umbral, sin embargo, significa que la enfermedad vuelve a estar en expansión.

Va a ser uno de los principales indicadores a la hora de marcar el ritmo de la desescalada, pero existe una divergencia entre los datos ofrecidos por el Gobierno de Gasteiz desde el 25 de marzo y los que da el Instituto Carlos III, que calcula un índice para cada CCAA desde hace semanas. Ayer, por ejemplo, Lakua calculaba un R-0 de 0,8 –menos que la víspera, pero más que hace dos días–, mientras que el Carlos III estimaba un 0,95, una centésima más que el día anterior.

Preguntada por este periódico en rueda de prensa, la consejera de Salud, Nekane Murga, explicó que el baile de cifras puede deberse a la aplicación de diferentes criterios sobre los nuevos positivos a la hora de hacer el cálculo. Añadió que en su Departamento toman como referencia la cifra de nuevos positivos confirmados por PCR, que en los últimos días está siendo muy baja –82, ayer– y dejan fuera a todos los casos detectados con test rápidos –417, ayer–, arguyendo que pueden ser casos con la infección ya superada.

Desde luego, puede ser así, porque esos test no buscan al virus, sino a los anticuerpos generados por el organismo. El problema es que la propia Murga explicó que un porcentaje cercano al 50% de los casos que se están detectando con test rápidos son casos pasados. Cabe deducir que algo menos del 50% son, entonces, casos activos, por lo que la cifra de positivos que Lakua incorpora en su cálculo diario podría ser bastante inferior a la real.

Contradicción manifiesta

Murga concedió ayer que hay otros métodos posibles para calcular el R-0, pero señaló que el suyo es «el más fiable», una afirmación que choca directamente con la realizada por su número dos, Iñaki Berraondo, en una reunión telemática con los representantes parlamentarios celebrada el pasado miércoles.

Según publicó ayer Eldiario.es y pudo más tarde confirmar GARA a través de varias fuentes presentes en la reunión, Berraondo subrayó que el R-0 no es una cifra objetiva, sino que se trata de una estimación que se hace a través de una compleja fórmula estadística. Lo que sorprendió en su explicación es que él mismo considerara el cálculo realizado por Madrid como más preciso. De hecho, las fuentes indican que llegó a utilizar «mejor» para describir el índice calculado por el Instituto Carlos III, en comparación con el que hace su propio Departamento de Salud.

Berraondo explicó, igual que la consejera, que en la CAV solo introducen en la fórmula los positivos confirmados mediante PCR, pero añadió que el Carlos III incluye en el cálculo matemático la relación de tiempo transcurrido entre que aparecen los síntomas y se confirma el caso, algo que según el propio viceconsejero, hace que el cálculo de Madrid vaya con algún día más de retraso, pero sea bastante más preciso. Dada la diferencia que marca sobrepasar o no el umbral del 1 en este índice, la precisión no parece una cuestión menor en este asunto.

La partida fantasma

Berraondo también informó de la adquisición de una partida de test rápidos en el mercado extranjero, pero no dio más información al respecto, siguiendo la estela de todo el Departamento. Los test enviados desde el Ministerio apenas durarán cuatro o cinco días más al ritmo actual de testado, pero el Ejecutivo se niega a ofrecer información sobre qué test, y a quién, ha adquirido en el mercado.