Beñat ZALDUA
DONOSTIA
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Euskal Herria recuperará parcelas de normalidad a partir del lunes

Sin sorpresa de última hora, Nafarroa y la CAV pasarán a la fase 1 el lunes, el mismo día en el que Ipar Euskal Herria dará otro paso hacia la normalidad perdida, sobre todo en el ámbito educativo. Preguntado sobre Nafarroa, Simón consideró que ha sido una de las zonas más golpeadas, pero destacó su capacidad de respuesta y detección precoz.

Pasamos de pantalla. Hego Euskal Herria, con Trebiñu dentro del mapa, entrará el lunes en la fase 1 de la desescalada. Con otra terminología, Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa también darán pasos hacia la normalidad perdida a partir del 11 de mayo, con la reapertura de aulas en primer plano. El país recupera parcelas de vida en un contexto marcado por una tendencia general positiva, pero con algunas alertas todavía parpadeando: la transmisión se ha reducido, pero el virus sigue entre nosotros, y surgen dudas acerca de la relajación social. No está del todo claro que vaya a seguir una desescalada gradual.

La decisión, explicada pasadas las 20.30 por el director de Emergencias del Gobierno español, Fernando Simón, se hizo esperar. De hecho, Castilla La Mancha informó una hora antes de que el Ejecutivo español había decidido no pasar a la fase 1 a tres de sus provincias, algo que encendió algunas alarmas, dado que dicha Comunidad Autónoma presenta algunos indicadores parecidos a los que de Nafarroa y la CAV. Algunos.

El anuncio de una comparecencia de urgencia de la lehendakari María Chivite encendió todavía más las alarmas, pero finalmente no hubo susto y ambos territorios podrán flexibilizar las medidas de contención del coronavirus. Eso sí, la noticia se hizo de rogar desesperadamente. Se esperaba en la comparecencia matinal de Simón, y no llegó. Después se anunció una rueda de prensa a las 18.15, más tarde a las 19.45, y no fue hasta las 20.30 cuando salieron Simón y el ministro, Salvador Illa. Ya quisiera Eurovisión para sí todo este suspense.

Como es habitual, la letra pequeña tendrá que leerse –en principio, mañana– en el Boletín Oficial, pues quedan numerosas incógnitas por resolver. Por ejemplo sobre las franjas horarias, que se van a mantener con algunas flexibilizaciones para aquellas comunidades en las que el sol apriete, de manera que puedan evitar que los menores sean siempre quienes salgan en las horas de calor. Se entiende, en cualquier caso, que las franjas horarias se mantienen en Hego Euskal Herria para los paseos y la actividad deportiva, pero la apertura de comercios y bares abre algunos interrogantes sobre la vigencia de unas franjas que persiguen el objetivo de mantener separados varios grupos de edad y riesgo.

También sigue habiendo dudas sobre la movilidad, que ayer Illa circunscribió al «interior de la unidad de referencia». En el mapa expuesto en la Moncloa aparecían delineadas con toda precisión las cuatro provincias del sur del país, por lo que las demandas de Lakua podrían quedar en nada, aunque habrá que esperar al Boletín de hoy. Eso sí, podremos movernos dentro de esa «unidad».

Por lo demás, las principales novedades de la fase 1 son ya bastante conocidas: podremos juntarnos en reuniones de hasta 10 personas y estará permitido el turismo activo en la naturaleza, también en grupos de 10 personas; se podrán reabrir locales comerciales con una superficie menor a los 400 metros cuadrados, se podrán abrir las terrazas, las bibliotecas y los museos, siempre con aforos notablemente limitados. Por último, hoteles y establecimientos similares podrán abrir, pero con las zonas comunes cerradas.

Argumentos hospitalarios

Tanto los gobiernos de Gasteiz como de Iruñea fundamentaron su solicitud de pasar a la fase 1 en la capacidad de respuesta de su sistema sanitario. En el caso del primero, el lehendakari Iñigo Urkullu explicó ayer, entre otros elementos, que la CAV podría disponer de 620 camas UCI en cinco días, que la tasa acumulada de casos es negativa desde hace un mes, que la tasa de contagio está por debajo del 1, que Atención Primaria está capacitada para hacer PCR, que hay reserva suficiente de material sanitario y que el sistema de salud cuenta con 637 respiradores.

Nafarroa había presentado sus argumentos el jueves, con una extensa nota de prensa en la que aseguró que en cinco días podría pasar de 1.690 camas hospitalarias a 2.486, y de 82 camas de UCI a 174.

Efectivamente, la capacidad de los sistemas públicos de salud de ambos territorios presentan muy buenos indicadores, a los que hay que sumar una evolución positiva. Ayer fue el primer día en el que Nafarroa bajó de los 100 ingresados en planta. De hecho, en los hospitales de Hego Euskal Herria hay ahora 622 personas con Covid-19, es la cifra más baja de los últimos 50 días. Preguntado específicamente por el caso navarro, Simón apuntó que ha sido una de las comunidades más afectadas, pero que tiene un sistema de salud «potente», con una «gran capacidad de respuesta» y de «detección precoz».

Este último punto es importante, pues como se encargó de subrayar ayer el propio Simón, los únicos indicadores que se tienen en cuenta no son los que hacen referencia a las capacidades hospitalarias. Explicó una serie de indicadores y elementos que, valorados de forma conjunta, fundamentan las decisiones sobre el cambio de fase, ya sea para adelante o para atrás.

Entre esos elementos destacan la tasa de contagios, la evolución de los casos confirmados por PCR, la incidencia acumulada, los casos sospechosos identificados y aquellos a los que se ha hecho la PCR –esta información se desconoce en la CAV y se ofrece con cuentagotas en Nafarroa– y la evolución de los hospitalizados en planta y en UCI. También los fallecidos y, especialmente importante, la capacidad de la Atención Primaria para la detección precoz de casos y el rastreo de los contactos de cada positivo. Ahora cabe esperar que todos los indicadores sean públicos.

¿Y la vuelta a las aulas?

Por último, queda en la carpeta de los pendientes el regreso a las aulas del 18 de mayo, defendido por Lakua. Ayer Urkullu maniobró hacia atrás, recordando que era una propuesta, mientras en Madrid reinó el silencio, aunque el plan de desescalada no contempla la reapertura hasta la fase 2, que llegaría, como pronto, el 25 de mayo. Todos los sindicatos unieron ayer sus firmas en un comunicado muy crítico con Lakua.