Mikel INSAUSTI
CINE PARA EL DESCONFINAMIENTO

Tragedia de un falso autónomo

Apunto de cumplir los 84 años, Ken Loach sigue haciendo cine, aún a sabiendas de que la próxima película puede ser la última. Una resistencia activa que tiene mayor mérito por lo inquebrantable de su compromiso político, que le llevó a la obtención de la Palma de Oro en Cannes con su anterior “Yo, Daniel Blake” (2016), además de abrir un debate en Gran Bretaña sobre los recortes en la asistencia social. Con “Sorry We Missed You” (2019) volvía a la carga y recibía en el SSIFF donostiarra el Premio del Público. Esta vez para poner el acento en la problemática creciente de los falsos autónomos como forma de empleo precario encubierta, disfrazada bajo la engañosa etiqueta neoliberal de las personas emprendedoras.

El viejo Loach rodó de nuevo en las calles de Neswcastle con la cámara siempre atenta y neorrealista de su actual director de fotografía Robbie Ryan, haciendo más creíble si cabe el guion de su estrecho colaborador Paul Laverty. Las distancias cortas son las que definen los límites de la historia, en una vuelta al ambiente doméstico de su clásico “Family Life” (1971).

El grupo familiar se resquebraja como consecuencia de la crisis del 2008, al no poder encontrar la estabilidad laboral. El padre trabaja a destajo con su furgoneta de reparto a tiempo completo, mientras la madre padece la externalización de la sanidad como cuidadora.