Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Urkullu y Revilla se citan en Muskiz para abrir la carretera y la campaña

Iñigo Urkullu y Miguel Ángel Revilla, que se deshizo en halagos hacia su acompañante, eligieron el barrio fronterizo de Kobaron para escenificar la apertura del tránsito entre la CAV y Cantabria. Una medida que ambos mandatarios decidieron adelantar 48 horas y que propició que, de inmediato, miles de vehículos recorrieran la A-8 de este a oeste.

Aunque la expresividad no es una de las características que le definen, Iñigo Urkullu conoce la importancia de los gestos, los símbolos y la imagen, y la que él protagonizó ayer junto a Miguel Ángel Revilla va a ser una de las que se recuerde de la pandemia. Ambos mandatarios se citaron a primera hora en Kobaron, Muskiz, para escenificar con la solemnidad de las grandes ocasiones la reapertura del paso entre la CAV y Cantabria, primera consecuencia inmediata de una «nueva normalidad» que han decidido adelantar para permitir que decenas de miles de personas –se estima que serán más de 50.000 este fin de semana– puedan acudir a sus segundas residencias en territorio vecino.

Solo restan horas para que se reabra el tránsito con las otras comunidades, así como entre todos los herrialdes vascos, también los de Ipar Euskal Herria, después de que la Prefectura de Pirineos Atlánticos rectificara y anunciara que el paso se abrirá esta noche, pero Urkullu decidió priorizar la foto junto a Revilla y capitalizar, quizá, la alegría de muchos habitantes y votantes, sobre todo de Bizkaia, pero también de Araba y de Gipuzkoa, que aguardaban este momento.

Piropos de Revilla a Urkullu

Y es que, aunque la Junta Electoral, interpelada por Elkarrekin Podemos, no vio impedimento para la celebración del acto, a nadie se le escapa el contexto electoral en el que se celebró. Tampoco a Revilla, que hizo mención de ello ante los medios desplazados a Muskiz, a quienes dijo que él no tiene que presentarse a las elecciones, al contrario que su interlocutor, y que por tanto podía hablar «claro».

Dicho esto, y tras censurar la «excesiva centralización» en la gestión de la pandemia por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, el presidente cántabro se dedicó a alabar a Urkullu, de quien explicó que tiene «una extraordinaria opinión desde hace mucho tiempo». Un juicio «favorable» que incluso «se ha acrecentado» a raíz de las conferencias que durante las catorce semanas que ha durado el estado de alarma han mantenido los presidentes autonómicos con el propio Sánchez. «Hemos compartido los dos los mismos planteamientos, y también nuestros partidos en el Parlamento de España», apuntó.

Temporada de playas

Tanto Revilla como Urkullu, que portaron mascarillas salvo cuando comparecieron ante prensa, hicieron llamamientos a la «responsabilidad» y el lehendakari instó, en concreto, a «observar las medidas preventivas», para evitar «que se repitan los efectos de la pandemia, de un virus que sigue estando entre nosotros». Unas palabras que se vienen repitiendo desde hace semanas, pero que, sin embargo, son contradictorias con la decisión de adelantar 48 horas la apertura al tránsito porque «estamos en temporada de playas».

Eso es lo que manifestó el lehendakari el miércoles, cuando anunció el levantamiento acelerado del estado de alarma y argumentó que «es importante que podamos dar esa señal de normalización». Ocurre que esa señal de normalización habría tenido el mismo peso si se hubiera producido dos días después, sin necesidad de propiciar un efecto llamada a las playas que, por contra, sí puede diluir el llamamiento a la precaución.

Otro ejemplo de lo contradictorio del mensaje lo protagonizó la consejera de Salud, Nekane Murga, que a la misma hora en que Urkullu y Revilla hacían oficial la apertura declaraba en una entrevista que «realmente hoy no es necesario que todo el mundo que quiere ir a Cantabria vaya, ni es necesario que todas las personas que vean sol este domingo vayan a la playa».

Por supuesto, nadie se habrá sentido obligado a enfilar la A-8, pero eso era justo lo que se propiciaba. De hecho, a preguntas de los medios por la urgencia de abrir el paso, el lehendakari arguyó el miércoles que el tránsito con Cantabria es mucho más intenso los fines de semana.

Desde luego, el mensaje de la consejera no tuvo gran efecto, porque apenas media hora después del acto se confirmaron las primeras retenciones importantes en la zona, especialmente entre Colindres y Laredo en sentido a Santander, con colas de hasta siete kilómetros entre ambas localidades. Se espera que esta mañana miles de coches vuelvan a echarse a la autovía, coincidiendo con un pronóstico del tiempo bastante favorable.

Focos con «importancia»

En la entrevista en Onda Vasca, Murga también se refirió a la situación de la pandemia en la CAV, donde señaló que si bien sigue habiendo un número de casos, estos están «controlados». En concreto, haciendo referencia a los focos de Basurto y Txagorritxu, la consejera valoró que lo importante de esos brotes es que están bajo control y que los nuevos casos que están apareciendo están identificados previamente. En este sentido, apuntó que en los últimos cinco días «se identifican estando ya en aislamiento», de manera que «ya no se están propagando».

Pero fue llamativo lo que declaró a continuación, cuando dijo que «estos focos han tenido su importancia, pero han demostrado la fortaleza del sistema en la capacidad de identificación y de detección precoz». Es la primera vez que Murga admite en público la importancia de los focos, algo que sí han hecho otros portavoces sanitarios, como el responsable de la respuesta a la pandemia en el Estado español, Fernando Simón.

Por otra parte, fuentes del Departamento de Salud confirmaron a Efe que se ha aislado a ocho compañeros de un sanitario de Basurto que dio positivo en el procedimiento de cribado habitual a los profesionales, aunque indicaron que no se trata de un rebrote y lo desvincularon del foco de ese hospital.

 

Los datos actualizados suman diez fallecidos más en Nafarroa

El Ministerio de Sanidad y el Gobierno de Nafarroa han actualizado la cifra de fallecidos por covid-19 en ese herrialde y la han situado en 528. En los últimos días, el número de decesos en Nafarroa había permanecido invariable en 490, según el Ministerio, mientras que el Ejecutivo de Iruñea cifró el jueves las personas fallecidas en 518, diez menos de las contabilizadas con este ajuste.

Pese a ello, en las últimas 24 horas no se ha contabilizado ninguna nueva muerte y ayer se reportaron siete nuevos positivos en Nafarroa.

A estos hay que sumarles otros catorce casos detectados entre Araba (2), Bizkaia (11) y Gipuzkoa (3). Además, Osakidetza informó de un nuevo fallecido. También aumentó ayer el número de hospitalizados, aunque, por contra, en las UCI había dos pacientes menos.I.B.