Imanol INTZIARTE
Elkarrizketa
IñAKI LASKURAIN
EXPRESIDENTE DE LA FEDERACIÓN VASCA DE RUGBY

«Hemos ido más allá de la imagen de unos cerveceros gamberretes»

Era la hora del relevo. Jugador, entrenador, presidente de la Federación Vasca… Iñaki Laskurain da por cumplida una nueva etapa en su relación con el balón ovalado y cede el testigo después de siete años en el cargo. Toca hacer balance, que él entiende positivo, siempre desde la asunción de lo que es el rugby en la parte de sur de Euskal Herria y de las condiciones en las que debe labrarse un futuro.

Iñaki Laskurain ha dejado la presidencia de la Federación Vasca de Rugby tras siete años en el cargo. «Ya tocaba», si bien la pandemia del coronavirus ha trastocado los planes de un proceso que se iba a iniciar el pasado marzo.

«Me presenté con la idea de estar dos mandatos», explica desde Dublín, donde reside desde hace ya un tiempo. Esa lejanía es uno de los motivos por los que lo ha tenido tan claro a la hora de dar el relevo.

Además, entiende que los objetivos que se marcaron están cumplidos en buena parte. «Hemos tenido suerte, pero también hemos trabajado mucho para tenerla», remarca.

La continuidad parece asegurada, aunque prefiere no adelantar nombres y que sean los propios interesados los que salgan a la palestra. Laskurain explica que en su día tomó el cargo con el objetivo de «dar a conocer el rugby como lo que es más allá de la actividad física. Convivencia, turismo, identidad nacional…».

Y pone como ejemplos conocidos y reconocidos de esto último los casos de Escocia y Gales. E incluso va más lejos Irlanda, que cuenta con una única selección –en fútbol tiene dos, una para la República y otra para el norte–, un himno común –el emocionante ‘Ireland’s call’– y una franquicia norteña, Ulster, disputa la misma liga que las otras tres provincias: Leinster, Munster y Connacht.

Para ello, recuerda, se puso en marcha «un proyecto bautizado como ‘Basque Country, Rugby Country’», aprovechando además los lazos existentes con Ipar Euskal Herria, donde el rugby es el principal deporte de equipo y el nivel técnico es muy superior. «A lo que ya existía, darle ese enfoque».

De puertas afuera, Euskal Herria «es una marca que tiene pegada, se valora el tener una identidad propia. Gastronomía, turismo… es un paquete ideal». Así lo demuestran, entiende, los partidos jugados por Biarritz y Baiona en Anoeta, el Torneo Europeo de Veteranos organizado en Donostia en 2015 o las finales continentales de San Mamés, Challenge Cup y Champions Cup, en 2019.

En el ámbito interno, Laskurain destaca que se trataba de presentar este deporte como algo que no se limita a «esa imagen de una cuadrilla de cerveceros un poco gamberretes». Y habla de «valores, de trabajo en común, el ‘auzolan’, la fuerza, empujar juntos como en la melé…», ideas arraigadas en la mentalidad vasca.

Asume que, a día de hoy, a nivel deportivo es muy complicado competir con otras modalidades como el fútbol, el remo o el baloncesto. Pero al menos «creo que se ha conseguido una mayor visualización del rugby. Los clubes y las federaciónes provinciales hacen un trabajo del copón, con los escasos recursos que tienen, con personas voluntarias».

Bajo su mandato, el rugby ha crecido en practicantes, situándose en cerca de 2.000 licencias en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, de las cuales algo más de 300 son chicas.

Laskurain destaca el incremento en categoría femenina, el impulso del rugby inclusivo, los partidos de Euskarians ante Chile y Uruguay, los torneos de las selecciones de seven de chicos y chicas en ciudades como París, Amsterdam o Roma, o el torneo Euro Basque Rugby Challenge, con equipos de todo el país. «Además, el Parlamento de Gasteiz nos consideró deporte estratégico, y la Eurorregión también», apostilla.

El ya expresidente remarca que, a la hora de presentar una radiografía, se debe tener en cuenta el contexto. «Somos un territorio pequeño, con poca gente y mayor, con una oferta deportiva muy grande y una tasa de natalidad bajísima». Ello genera una competencia feroz por atraer nuevos practicantes, y los deportes minoritarios sufren incluso para ser contemplados como una posible opción.

El ya expresidente de la Vasca da un dato. «De los 48 equipos que militan en División de Honor o División de Honor B –en el conjunto del Estado español–, hay seis de localidades con menos de 30.000 habitantes. Los seis son vascos». Se trata de Ordizia, Hernani, Eibar, Zarautz, Uribealdea y Gernika.

«Todos los deportes estamos igual, y ahí hay que hacer una reflexión para aglutinar el talento y optimizar los recursos», apunta Laskurain, aunque esa será una tarea para los que vengan en un futuro escrito con un enorme signo de interrogación debido a la pandemia. «Nadie sabe qué va a pasar. Ya puede venir la LNR –Liga Nacional de Rugby francés– y anunciar lo que quiera, que viene el ministro de Salud, dice que no se juega y se acabó», sentencia.