Pablo Casado protagonizó ayer su segunda visita en cuatro días para mostrar su respaldo al candidato a lehendakari de PP+Cs, Carlos Iturgaiz. En esta ocasión sin representantes de Ciudadanos, que se quedaron en el banquillo para el lucimiento exclusivo de los primeros espadas.

Los representantes del PP acudieron a la empresa química Zorelor, en Gasteiz, cuyo máximo responsable es «muy activo» en Confebask y el Sindicato de Empresarios Alaveses (SEA), según alabó Casado. En ese marco, expusieron sus prioridades para hacer frente a la crisis económica, centradas en poner una alfombra roja a las empresas. Así, defendieron una triple bajada de «impuestos, costes laborales y costes burocráticos», porque, dijo el líder del PP, «será mejor que paguen menos Impuestos de Sociedades –que solo se abonan en caso de obtener beneficios– o menos cotizaciones sociales, a que tengan que cerrar». Estrategia que ofrece el mango de la sartén a los empresarios, pero que Casado entiende como única fórmula para «competir a nivel internacional».

Estando en Gasteiz, con sendas factorías de Mercedes y Michelin, el presidente del PP no dejó pasar la ocasión de reclamar más apoyo para las empresas del sector de la automoción, recordando como una oscura sombra lo sucedido con la planta de Nissan en Barcelona.

Iturgaiz se tuvo que conformar con ejercer el papel de telonero y se limitó a insistir en que la culpa de todo es de ese «tripartito letal» que conforman «Urkullu y el Gobierno de Sánchez e Iglesias», algo que repite cada día y con la misma frase.

«Sectarismo ideológico»

Al margen del tema empresarial que estaba marcado en la agenda de campaña, Casado fue muy crítico con las noticias publicadas acerca de que el plan de reconstrucción del Gobierno español pretende destinar 2.000 millones a la escuela pública y no contempla dar ayudas a los colegios concertados.

El PP, explicó, entiende que esta decisión está basada en el «sectarismo ideológico» y «discrimina el derecho de los padres a elegir centro educativo». En este sentido, señaló que «en el País Vasco el 50% de los alumnos estudia en la concertada».