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HONG KONG

China se indigna por los ofrecimientos de asilo occidentales a los hongkoneses

China acusa a Gran Bretaña de violar los acuerdos alcanzados para la vuelta de Hong Kong a su soberanía en 1997 al anunciar que concederá permisos de residencia y nacionalidad británica a los habitantes de la excolonia que cumplan los requisitos para ello.

«Los compatriotas de Hong Kong, incluidos los poseedores de un Pasaporte Británico de Ultramar (BNO, en inglés) son todos ciudadanos chinos», dijo el portavoz de Exteriores, Zhao Lijian, quien aseguró que, antes de la transferencia de soberanía, Londres «prometió claramente que no garantizaría la residencia permanente» a los poseedores de esa documentación.

Londres, que llamó ayer a consultas al embajador chino en Londres para denunciar que la ley de seguridad nacional para Hong Kong viola el acuerdo bilateral de 1984 que abriría la puerta al modelo «Un país, Dos sistemas», anunció que ofrecerá a cerca de tres millones de hongkoneses que puedan vivir en Gran Bretaña para, más adelante, adquirir la nacionalidad británica.

No es el único. Taiwán o Australia han mostrado su intención de dar refugio a los hongkoneses. El primer ministro australiano, Scott Morrison, informó de que su país analiza «de forma muy activa» proponer acoger a los habitantes de la excolonia. Taiwán ha abierto ya una oficina de acogida. En EEUU, republicanos y demócratas están de acuerdo en promover una ley que priorizaría la concesión del estatus de refugiados a los hongkoneses, similar a la que rige con los cubanos.

Paralelamente, la Cámara de Representantes propuso nuevas sanciones a dirigentes chinos responsables de la llamada cuestión hongkonesa.

El objetivo ahora serían los bancos que transaccionan con esos dirigentes y con las organizaciones que lideran.

Mientras la oposición hongkonesa y buena parte de los juristas del enclave denuncian la arbitrariedad de la ley y aseguran que estamos ante el final de la autonomía judicial de la antigua colonia, los grandes negocios saludan el puñetazo chino.

La Cámara General de Comercio de Hong Kong asegura que la ley es «un instrumento que contribuirá a restaurar la estabilidad y la confianza en Hong Kong, duramente sacudida el año pasado por los conflictos sociales». Los gigantes bancarios británicos HSBC y Standard Chartered han hecho suyo y rubricado el comunicado .

Por su parte, la firma Barclays se ha limitado a asegurar que «la situación en Hong Kong es muy complicada, pero nosotros tenemos por costumbre no meternos nunca en política».