Natxo MATXIN
OSASUNA

Los rojillos se desenchufan en el Villamarín

Encajaron apenas cumplidos cuatro minutos, estuvieron muy permisivos en defensa, desconectados entre líneas y sin la tensión que les caracteriza.

BETIS 3

OSASUNA 0


Osasuna se desenchufó en el Benito Villamarín, estuvo irreconocible respecto a las cuatro jornadas anteriores y pareció un equipo sin alma en el estadio bético. Un bajón tan radical que mereció marcharse goleado de Sevilla ante un Betis que tampoco hizo nada del otro mundo para quedarse con los tres puntos que había en juego.

Fue la del primer tiempo esa escuadra navarra desconectada a la que nos ha acostumbrado durante algunas jornadas del presente campeonato. Sin un futbolista referencial arriba y un once plagado de centrocampistas, sin embargo el conjunto rojillo careció de pegamento a la hora de enlazar líneas, muy separadas unas de otras y permitiendo importantes agujeros que fueron aprovechados por el Betis para enlazar jugadas de peligro sobre el marco de Sergio Herrera.

Además, los de Jagoba Arrasate no estuvieron acertados a la hora de contrarrestar la estrategia. Un muy mal defendido corner dio origen al primer contratiempo en forma de gol, al romper de cabeza Guido Rodríguez una mal tirada línea zaguera. Con 30 grados en el termómetro, Osasuna estaba ofreciendo su versión más estival y poco tensionada, muy diferente a la protagonizada en las últimas cuatro jornadas.

Ni siquiera el 1-0 sirvió para espabilar lo más mínimo. A ritmo caribeño, los visitantes llegaban tarde a cada balón en disputa, perdían todas las segun- das jugadas y eran incapaces de entrelazar tres pases seguidos. Las pérdidas y la escasa posesión permitieron que los anfitriones fueran los dueños y señores del duelo, con sucesivas oportunidades, que acabaron derivando en la materialización de la doble desventaja para los intereses osasunistas.

Una colada de Pedraza –el exbabazorro ha sido uno de los nombres que han sonado como futuribles rojillos para la próxima campaña, si bien el Betis tiene una opción de compra sobre él– que se marchó como quiso por el carril izquierdo, siendo el que más creyó en la jugada, acabó empujando el balón a las redes entre la parsimonia de zaga y medio campo navarro.

Lato, de tercer central

Varió Arrasate la disposición táctica tras el descanso colocando a Lato como tercer central, incluyendo a Oier para buscar la rasmia que había faltado en el primer periodo y mayor profundidad por el ala zurda con Estupiñán. Pareció recuperar Osasuna su intensidad habitual, con mayor número de aproximaciones a los dominios de Dani Martín, aunque los lances más claros volvieron a ser béticos.

Borja Iglesias, de nuevo Pedraza y una doble ocasión de Fekir midieron las prestaciones de un Sergio Herrera que fue el mejor de los rojillos e impidió que el marcador fuese más sonrojante. El arranque osasunista tras el receso no gozó de continuidad, los andaluces seguían fabricando fácil en sus salidas y los visitantes se cargaban de amarillas.

Además, los de Arrasate tampoco supieron sacar tajada de los habituales errores verdiblancos que les han caracterizado a lo largo del curso y que los hubo en el partido. Apretaron algo más en el último tramo, con un zurdazo de Roncaglia –minuto 83 y primera ocasión que a Dani Martín le tocó trabajar– y un remate de Nacho Vidal, al que respondió también el cancerbero verdiblanco.

Sin embargo, el colofón al mal partido rojillo lo puso Aleñá en otra nueva contra bética que contó con la poca tensión defensiva visitante para evitar que el balón besase las mallas.