EIBAR 0

LEGANÉS 0

El Eibar volvió a sumar tras las dos últimas derrotas pero no pudo pasar del empate en un partido que le podía haber dejado la permanencia en bandeja y que, como mínimo, le habría permitido eliminar a otro rival, para el que habría resultado ya inalcanzable. Pero el frenazo se prolonga y, como consecuencia, la preocupación vuelve. Porque el Leganés sigue vivo, aunque sea con respiración asistida, y el Mallorca se viene arriba. Ayer se impuso al Levante y se sitúa de nuevo a sólo cuatro puntos de los azulgranas. Y con el golaverage a su favor.

Las cuentas siguen saliendo. El Eibar depende de sí mismo y puede permitirse un tropiezo más que sus rivales, sin olvidar que Celta y Alavés también están metidos en el ajo, con un calendario especialmente complicado en el caso de los albiazules. Pero prolongar la mala racha dejando escapar la que parecía su gran oportunidad, y además con una pobre actuación, no ayuda en el plano anímico.

No sólo fue malo el resultado. También resultó más áspero que el estropajo el choque, entre un equipo que no pudo y otro que, aparente e incomprensiblemente, no quiso. Porque una cosa es, como ya adelantaba José Luis Mendilibar la víspera, que el Leganés afrontara la situación con sangre fría; y otra que su portero perdiera tiempo a cinco minutos del final.

Lo cierto es que los madrileños dedicaron casi todos sus esfuerzos a defender y el Eibar fue incapaz de hacerle daño. Y lo curioso que el Leganés generó más peligro, aunque tampoco disfrutara de ocasiones claras, que su rival. Las buenas intenciones y el fuelle le duraron al Eibar los diez primeros minutos de los dos tiempos pero en ambos casos se desesperó pronto de tanto chocar con un frontón y en ambos también acabó metido en su campo y con algún susto.