Manex ALTUNA
BILBO

Las últimas derrotas empañan una temporada que ha faltado culminar

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El Athletic ha cerrado la temporada encadenando dos derrotas en las últimas jornadas, tres consecutivas en San Mamés y cuatro en los últimos cinco partidos. Estos resultados empañan una temporada a la que le ha faltado poder culminar con una clasificación europea o la final de Copa. En circunstancias normales, si ese partido que ha quedado aplazado se hubiera disputado, el Athletic habría logrado entrar en Europa como finalista.

Ese factor influye en la valoración de una temporada con altibajos e irregular, pero que también ha dejado partidos para el recuerdo. Sobre todo la victoria ante el Barcelona en la primera jornada de Liga con el gol de Aduriz y la eliminación de los catalanes en la Copa.

Acabar en la undécima posición y sin poder pelear por el objetivo europeo hasta el último partido ha causado una importante decepción entre los aficionados. El Athletic se ha visto superado en la tabla por equipos recién ascendidos como Osasuna y, sobre todo, un Granada con mucho menos presupuesto y una plantilla sin figuras. Entre los jugadores, entrenadores y responsables deportivos e institucionales no se pueden contentar con este final y deberán reflexionar sobre las razones por las que se ha producido tal debacle.

Algunas de las explicaciones ofrecidas pueden ser contraproducentes. El presidente Aitor Elizegi se limitó a señalar que el equipo había echado en falta a la afición en San Mamés. Por su parte, Garitano constató «la falta de capacidad ofensiva». Es una realidad que entre los equipos que han luchado por entrar en Europa, el Athletic es el que menos goles ha logrado con apenas 41 tantos.

Sin embargo, más allá de ese dato está el por qué y cómo se busca una solución. Y es que tras cumplir 34 años, Raúl García ha sido el quinto mejor goleador del campeonato con 15 tantos y lo que le han faltado son acompañantes. Tanto Williams como Muniain o las aportaciones de los defensas y centrocampistas. Capa y Yuri sí que lo han hecho desde los carriles.

Con el mensaje del entrenador también se traslada una visión pesimista a medio plazo y deja en mal lugar a los componentes de la plantilla. Además, en el mercado no existe la posibilidad de fichar a figuras contrastadas para reforzar el ataque. El único es Fernando Llorente, que tiene ya 35 años y su incorporación generaría un conflicto con la grada.

Al Athletic no le queda otra que, asumiendo las dificultades, centrarse en aprovechar las virtudes de la plantilla que tiene y en los jugadores de la cantera. Para lo que hace falta paciencia, confianza y una apuesta decidida, no exenta de ambición y que evite el conformismo. Instaurar una mentalidad ganadora y no poner excusas ni autolimitarse.

La defensa y el relevo

Las dudas sobre el futuro en ataque contrastan con la competitividad y solvencia defensiva demostradas por el grupo. Unai Simón se ha licenciado en la categoría y en la retaguardia, con especial mención para Iñigo Martínez, han estado de sobresaliente. A pesar de que los últimos goles han empeorado los números, los rojiblancos han sido uno de los conjuntos que menos tantos ha encajado.

Resaltar también el relevo generacional en la plantilla con el paso adelante de Unai López y Córdoba por momentos. Asimismo, Sancet y Villalibre se han estrenado en Primera, mientras Aduriz, Beñat y San José no seguirán en el equipo.

 

El desgaste por la Copa y el reparto de minutos

Garitano siempre ha defendido que los datos que recogen tras los partidos aseguran que sus jugadores marcan mejores registros físicos que los rivales. Así será, pero no hay duda de que los resultados no avalan su apuesta. La carga de partidos ha influido en varios tramos concretos de la competición. El más evidente fue el periodo entre diciembre y febrero en el que se disputaron las eliminatorias de Copa. Las tandas de penaltis, prórrogas y los partidos entre semana pasaron factura tanto en las piernas como en el factor sicológico. Fueron diez partidos sin ganar que les alejaron de los puestos de arriba en los que se habían ubicado en la primera vuelta. El Athletic logró remontar esa desventaja con los puestos europeos tras el parón por el coronavirus llegando a dormir varias noches en la séptima plaza. Garitano insistió en exprimir a su bloque de confianza, apostando por jugadores que arrastraban problemas físicos. Y al final el equipo no ha podido ofrecer su mejor versión en las jornadas determinantes. M.A.