Pello GUERRA / Ibai AZPARREN
CRISIS DEL CORONAVIRUS

MENDILLORRI: UNA JUVENTUD SOLIDARIA EN EL PUNTO DE MIRA

EL BROTE DE MENDILLORRI HA PUESTO EN EL PUNTO DE MIRA A LOS JÓVENES DEL BARRIO IRUINDARRA, QUE CONSIDERAN QUE SE LES ESTÁ TRATANDO DE FORMA INJUSTA, YA QUE SE HAN GENERALIZADO LOS CONFINAMIENTOS VOLUNTARIOS EN UN ESTRATO DE POBLACIÓN QUE FUE MUY SOLIDARIO CON SUS VECINOS EN LOS TIEMPOS DEL CONFINAMIENTO.

«Nos sentimos unos apestados», señala Mikel, vecino de Mendillorri que tiene dos hijos jóvenes y que muestra su profundo malestar por la forma en la que, desde que se desató el brote con origen en Alde Zaharra, se ha puesto «en el foco» a una zona que en televisión se ha llegado a calificar de «barrio de Navarra. Se podían informar un poco mejor», añade indignado.

Ese sentimiento es general en Mendillorri, como señala Xabier Senosiain, de la Asociación Bideberri y trabajador social del barrio, quien destaca que «estamos alucinando porque lo que ha sido noticia en el panorama estatal no ha sido noticia en el barrio». En su opinión, «lo que se ha pretendido es identificar a un barrio y a un sector, a la gente más castigada, y priorizando el morbo frente a una noticia veraz».

En este sentido, recuerda cómo de la convocatoria de un partido entre infectados y no contagiados lanzada desde un grupo local de una red social que se caracteriza por el humor «se extraiga una noticia y le den credibilidad es increíble. Puedes estar más de acuerdo o no con ese humor negro, pero se ha ofrecido el tema con una intencionalidad de dañar».

Lo que preocupa a los jóvenes es que ese mensaje ha calado al menos en una parte de la población. Así lo está sintiendo Aitziber Galan, una joven de Mendillorri que se encontraba de vacaciones cuando comenzó el brote y que, por lo tanto, puede salir de casa con todo el derecho. Pero una vez en la calle, «notas las miradas de los mayores, aunque lleves puesta la mascarilla. Noto esa presión de que pensarán que debería estar confinada y no estoy en casa». Así que, para evitar suspicacias, extrema las medidas de precaución y «si me tomo un café, siempre estoy con la mascarilla, porque tengo una sensación de control de la población hacia mí porque soy joven y estoy en la calle, y prácticamente no hay ningún joven más».

Esa es la imagen que se percibe estos días en Mendillorri, de que apenas hay juventud, a pesar de que es el barrio de Iruñea con mayor porcentaje de jóvenes. La explicación es que la mayoría están confinados, sea por necesidad, ya que han dado positivo en la PCR o han estado en contacto con alguien contagiado, o porque han decidido hacerlo voluntariamente.

Entre los primeros se encuentran Alvaro Goñi y Asier Ariz. Ambos dieron positivo por coronavirus y están confinados, una medida que aplicaron nada más tener noticia del primer positivo registrado en el barrio.

«La juventud fue la primera en tomar decisiones sin esperar a que nadie nos dijera nada cuando se conocieron los primeros casos, como confinarnos. Ha actuado como tiene que actuar», señala Goñi. Tanto él como Ariz reconocen que «en un primer momento, igual salimos sin cabeza, aunque también es verdad que el Gobierno permitía salir, pero a continuación, la responsabilidad ha sido inmediata», añade Asier.

Muestra de ello son los llamamientos que se están haciendo por redes sociales entre los mismos jóvenes para someterse a las pruebas PCR que el Gobierno de Nafarroa anima a hacer voluntariamente a la población de entre 17 y 28 años de Mendillorri. Y que están teniendo una buena respuesta, ya que se trata de «reducir lo máximo posible la posibilidad de que los asintomáticos puedan contagiar a más gente», comenta Goñi. «Es un gesto de solidaridad con el barrio y en especial con las personas mayores», secunda Ariz.

redes solidarias

Una solidaridad que los jóvenes han demostrado con el conjunto de la población de Mendillorri desde que comenzó la pandemia y llegaron los tiempos del confinamiento. «Los jóvenes fuimos los que mayor esfuerzo hicimos impulsando las redes solidarias, ayudando a las familias que lo necesitaban y ahora parece que se ha olvidado todo eso», lamenta Goñi, al igual que Ariz, quien recuerda que «los jóvenes han demostrado una amplia solidaridad con el barrio en los tiempos más difíciles de la epidemia».

En la misma línea se expresa Senosiain, quien recuerda que la iniciativa de la red de apoyo «la llevaron adelante los jóvenes, unidos a los colectivos sociales, y llegó a contar con más de cien voluntarios que han realizado más de 300 acciones de ayuda».

Ahora se está realizando un llamamiento a retomarla, ya que «muchas familias necesitan de nuevo esas redes de apoyo» y además, se intentará plantear «estrategias para continuar sobre todo con el tratamiento de los medios, porque hay un sentimiento de indignación». Todo con el objetivo de ofrecer la verdadera imagen de la juventud y del barrio de Mendillorri.