GARA
IRUÑEA-LAUDIO

Resistencia en Gamesa y Tubacex ante decisiones «irreversibles»

Comenzar una negociación subrayando que la decisión tomada previamente por una de las partes es «irreversible» deja a la otra parte pocas vías para encontrar una solución compartida. Eso es lo que pusieron de manifiesto ayer tanto la plantilla de Siemens Gamesa en Agoitz como el comité intercentros de Tubacex en Amurrio y Laudio.

Mientras la dirección de Siemens Gamesa presentaba los resultados del último semestre, que han sido negativos debido a la pandemia de coronavirus, y comentaba las previsiones a medio plazo, que son positivas al haber cerrado junio con un aumento de la cartera de pedidos de un 25%, la plantilla de la factoría de Agoitz se encerraba en la iglesia de San Lorenzo del casco viejo de Iruñea.

Cuando el consejero delegado de la multinacional, Andreas Nauen, insistía durante una rueda de prensa en Madrid en que el cierre de la factoría navarra es «irreversible», trabajadoras y trabajadores iniciaban en la capital navarra un ayuno de 24 horas con un mensaje igual de claro aunque contrapuesto: «No podemos resignarnos ante esta injusticia». El comité reiteró que la de Agoitz «es una planta joven, en la que se ha invertido mucho dinero público y que podría seguir adelante con una mínima inversión».

En cambio, Nauen se limitó a señalar que, en las conversiones iniciadas con los sindicatos, se pueden encontrar soluciones vía recolocaciones. Es más, defendió la necesidad de «cambiar el rumbo» actual, especialmente en el negocio de eólica onshore (terrestre) y no descartó más ajustes para mejorar la competitividad este negocio, especialmente en India, ya que Siemens Gamesa cuenta actualmente con una red «muy grande» de fábricas en todo el mundo.

En las ventanas de la iglesia de San Lorenzo estaba la imagen de la resistencia: decenas de trabajadoras y trabajadores aferrados a las rejas. «Queremos decirle a la empresa, al Gobierno de Navarra y a toda la ciudadanía en general que somos víctimas de la política voraz y sin escrúpulos de una multinacional que, para ganar mas dinero, no le importa truncar la vida y los sueños de 239 familias; pero que tengan muy claro todos que vamos a luchar hasta el final».

Hoy darán otro paso, al presentar en el Parlamento de Nafarroa las firmas contra el cierre que han recogido entre la ciudadanía. «Ya es hora de que esas palabras de apoyo que nos han ido ofreciendo en todo momento se materialicen en hechos y se impliquen con fuerza en la lucha emprendida por el comité y la plantilla», indicaron.

En Aiaraldea, en setiembre

Una situación similar se vive en Aiaraldea. Aunque la dirección del Grupo Tubacex no ha decidido cerrar ninguna de sus factorías, sí ha anunciado el despido de 500 personas, 150 de ellas en las plantas de Laudio y Amurrio. Por ello, el comité intercentros ha convocado una manifestación para el 17 de setiembre en favor del mantenimiento del empleo en la comarca.

En la rueda de prensa de ayer en Laudio, el comité hizo un repaso histórico al devenir de Tubacex, desde su creación en Aiaraldea en 1963 hasta su reciente expansión por EEUU, Austria e Italia, destacando que en 1992, en una «situación muchísimo más dramática que la actual», se consiguió salir adelante «con el apoyo conjunto de la plantilla».

Indicó también que los beneficios obtenidos por las plantas de TTI y ACVA han sido «cuantiosos», por lo que considera que el plan de recortes solo obedece a una política de «reducir los costes salariales de quienes componemos la mano de obra a fin de que aquellos que toman las grandes decisiones, las decisiones de llevarse las producciones a otros países, puedan seguir engordando sus bolsillos de manera indiscriminada».