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El Gobierno de Hong Kong aplaza un año las elecciones y enfurece a la oposición

El Ejecutivo de Hong Kong ha aplazado un año las elecciones legislativas previstas para el próximo setiembre por el repunte de la pandemia de covid-19, una decisión que ha enfurecido al movimiento de protestas opositor, que contaba con lograr la mayoría en el Parlamento.

La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, anunció el aplazamiento por un año de las elecciones previstas en setiembre para renovar el Consejo Legislativo (Parlamento) en este territorio semiautónomo de China. Lam la consideró «la decisión más difícil» de tomar desde el comienzo de la pandemia. Más de la mitad de los 3.272 casos de coronavirus contabilizados en Hong Kong se han registrado desde principios de julio.

Pekín expresó de inmediato su apoyo al aplazamiento. «Es necesario, razonable y legal. El Gobierno central comprende completamente esta decisión y la apoya», indicó la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao.

Por el contrario, esta medida ha aumentado la ira del movimiento opositor. «Esta es una decisión política furtiva y despreciable, cuyo objetivo es evitar que los demócratas ganen las elecciones como se planearon originalmente», afirmó la parlamentaria Claudia Mo, que alertó del riesgo de una explosión de ira popular.

El aplazamiento electoral supone otro revés para el movimiento de protestas en Hong Kong tras la anulación de sus candidaturas, los arrestos de manifestantes y la salida al exilio de figuras de la oposición.

El jueves pasado, las autoridades anunciaron la invalidación de la candidatura para las elecciones de 12 activistas opositores. «Nuestra resistencia continuará y esperamos que el mundo esté a nuestro lado en las batallas por venir», señaló Joshua Wong, uno de los afectados, que en 2014 fue la cara del “Movimiento de los Paraguas”. «Este es, sin duda, el período más escandaloso de fraude electoral en la historia de Hong Kong», añadió.

El Ejecutivo justificó la invalidación con una larga lista de motivos, incluido el hecho de que algunos candidatos criticaron la ley de seguridad recientemente aprobada por Pekín o que se negaron a reconocer la soberanía china. El movimiento de protestas esperaba capitalizar la popularidad que alcanzó el año pasado y su éxito en las elecciones locales de noviembre para tener por primera vez la mayoría en una Cámara habitualmente fiel a Pekín.

La invalidación de candidaturas se produjo después del arresto, el miércoles, de cuatro exmiembros de una organización que aboga por la independencia, las primeras detenciones de la unidad de la Policía creada para hacer cumplir la comentada ley de seguridad.