Ion SALGADO
GASTEZIZ

Urtaran se enreda con Juan Carlos I y el callejero

El alcalde de la capital alavesa afirma que las personas que dan nombre a las calles de Gasteiz deben ser «personas ejemplares». ¿Lo son las seis personas vinculadas al régimen franquista que figuran en el callejero?

El alcalde de Gasteiz, el jeltzale Gorka Urtaran, ha defendido el cambio de nombre de la Avenida Juan Carlos I, rebautizada como la Avenida 8 de Marzo, alegando que las personas que dan nombre a las calles y al espacio público tienen que ser «personas ejemplares que han aportado algo a la sociedad, al bien común y al progreso».

«Y, en este caso, a los hechos me remito, no se cumplía esta condición», ha afirmado el primer edil en los micrófonos de Radio Euskadi, donde ha insistido en que el nuevo nombre rinde tributo a muchas mujeres que «sí se merecen ese reconocimiento y que sí han aportado a la sociedad para el progreso, para el bien común, para la igualdad, para la justicia, para la libertad en definitiva».

La pasada legislatura Urtaran insistió en que no comparte «en absoluto» que se modifique el nombre de las calles. «Como alcalde no voy a cambiar el nombre a ninguna calle de la ciudad. Mucho menos de las calles que reconocen a personas como José Lejarreta que, a pesar de ser alcalde en tiempos de Franco, fue una buena persona que hizo mucho por la ciudad y por los vitorianos», manifestó en 2017. Estas palabras suscitaron críticas por parte de EH Bildu, que, por boca de Ane Aristi, recordó que en el «dictamen acordado entre todos los grupos, salvo el PP, se expresa la voluntad de modificar o contextualizar los nombres de seis calles».

Aristi se refería a la calles dedicadas a Lejarreta, citado con anterioridad, al militar Vicente Abreu, a los obispos Ballester y Bueno Monreal, al historiador Luis María Uriarte y al empresario Pedro Orbea.

Algo parecido ocurrió con la cruz erigida durante el franquismo en lo alto del monte Olarizu, un polémico monumento en el que figuran los nombres de «los sacerdotes alaveses caídos por Cristo y la Patria durante la Cruzada de Liberación» y que quieren derribar los vecinos de Mendiola. Esta opción es rechazada por el Ayuntamiento y por Urtaran, para quien la cruz «forma parte de nuestro patrimonio y nuestra historia». Lo considera un «elemento con especial significado que debe ser objeto de especial protección, en la medida en que representa tradiciones culturales y religiosas».