Iker BIZKARGUENAGA

¿A qué han estado jugando hasta ahora?

La primera oleada de la pandemia pasó por encima de nuestras instituciones y responsables sanitarios. No se vio venir, no había recursos para hacerle frente y no se quiso rectificar aquello que era evidente que no funcionaba. Como un protocolo que limitaba los test PCR a las personas que mostraban síntomas muy claros de enfermedad o habían estado en «zonas de transmisión comuntaria», como Italia o China. «El protocolo utilizado no sirve para detectar casos como la ‘paciente 0’», titulamos el 4 de marzo. Fueron días duros, también para periodistas que veían cómo la consejera les abroncaba a diario, reprochándoles algo, aún no se sabe qué.

Pero agua pasada no mueve molino, y en descargo de los mandatarios vascos hay que decir que el coronavirus atropelló a casi todos los gobiernos del planeta. Habría estado bien que los nuestros estuvieran entre los que actuaron con una mayor diligencia, pero igual es pedir demasiado. Y otros lo han hecho peor, qué duda cabe.

Llegó el confinamiento, que fue terrible, por la propia experiencia del encierro y las noticias que llegaban de los hospitales. Pero se logró, a un coste cuya factura pagaremos en diferido, reducir los contagios a la mínima expresión. Fueron meses de esfuerzo, en los que cabía pensar que quienes gobiernan habrían tomado nota.

Qué va. Lo que ha llegado no ha sido un plan de contingencia, para saber por ejemplo cómo va a comenzar el curso, sino decisiones tendentes a relajar las medidas de seguridad y a la ciudadanía. Hemos visto adelantar la apertura del paso a Cantabria por ser «temporada de playas», asumir acríticamente la reducción de la distancia sanitaria, y hemos ido a unas elecciones convocadas cuando todo era incierto bajo la premisa de que el rebrote, de llegar, llegaría en otoño. Y resulta que cuando ahora todo se desmadra, la consejera dice que «nos ha cegado la idea de que era posible una nueva normalidad». ¿A quiénes? ¿A quienes hace nada acusaron a otros de meter miedo por recordar que el virus seguía ahí? Ya vale, es hora de que quien ha tomado estas decisiones conjugue la primera persona del singular.

En un tono impensable hace no tanto, Nekane Murga advirtió de que «estamos jugando con juego». Y lo que no sabemos es a qué han estado jugando hasta ahora.