Iker BIZKARGUENAGA
BILBO

Urkullu reprende a la ciudadanía y abre la puerta a nuevas medidas

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Menos de dos meses después de adelantar el fin del estado de alarma para abrir el paso a Cantabria en fin de semana –«es temporada de playas»– y a casi un mes de la jornada electoral del 12J, convocada por él mismo, Iñigo Urkullu envió ayer un mensaje a la ciudadanía con tono de reproche ante el aumento de los casos de covid-19 en la CAV, que ha llevado a su Ejecutivo a hablar de segunda oleada.

«¿Qué nos está sucediendo para, tras los continuos mensajes graves por parte de la Consejera de Salud del Gobierno y toda la información que a diario podemos ofrecer públicamente de la gravedad de la situación sigamos asistiendo –ridiculizando incluso todo ello en redes sociales– a la práctica de hábitos y comportamientos como si no hubiera existido el período del 13 de marzo –y anterior– al 18 de junio?», se pregunta el lehendakari que parece abrir la puerta a nuevas medidas, pues señala al final que «seguiremos trabajando desde la Comisión de Seguimiento y analizando, en su caso, la propuesta de nuevas medidas coordinadas que profundicen en nuestros hábitos individuales y colectivos específicos».

«No va con nosotros»

Urkullu hace una especie de análisis de la situación, partiendo del 18 de junio, cuando «dimos por concluido el período anterior», y enumera algunas actuaciones de su Gabinete, por ejemplo en materia de adquisición de material sanitario y en el ámbito económico, «con el objetivo de prevención y capacidad de actuación en aquello que es competencia de la Administración Pública». Y en ese listado dice también que «hemos facilitado protocolos para los centros educativos de cara al inicio del nuevo período lectivo», una afirmación que choca con las quejas insistentes por parte de agentes educativos, así como de madres y padres, por la incertidumbre existente respecto a la vuelta de la actividad presencial en las aulas en setiembre.

El mandatario autonómico apunta a renglón seguido que «venimos padeciendo brotes focalizados que han obligado a actuar quirúrgicamente en determinados municipios de Euskadi, siendo que son muchas las personas que han de estar guardando cuarentena», y añade que «somos muy conscientes de las dificultades con colectivos identificados (estamos trabajando con ellos)». Dicho esto, apostilla, como si fuera una reprimenda, que «aun así, existe una percepción generalizada de que, una vez de que parece que podemos vivir como lo hacíamos hasta el 13 de marzo, el riesgo de la pandemia ‘no va con nosotros’ y, además, creemos, en último extremo, que con someternos a las pruebas PCR ¡ya está!».

Urkullu también sostiene que «no es cuestión de pensar que en una Comunidad están mejor que en otra porque lo estén haciendo mejor» –precisamente, la CAV es una de las comunidades con peores datos del Estado–, y defiende que «lo que hoy no es en una Comunidad y en otra sí, es posible y probable que mañana lo sea y viceversa, dada la movilidad de las personas».

Un fallecido en Nafarroa

Más allá de que se concrete, o no, la opción de nuevas medidas mencionada por el lehendakari, la evolución del covid-19 se mantuvo ayer en parámetros parecidos a la víspera, con menos casos, 492 por 538, pero también menos test realizados.

En una jornada en la que no se conocieron los datos detallados por municipios, Bizkaia volvió a ser el herrialde con más positivos, aunque se detectaron 43 menos que el día anterior; 268.

También fueron más bajos los números en Gipuzkoa –57 frente a 74– y Nafarroa, aunque en este caso por poco, 102 por 110 reportados el viernes. En el lado opuesto, Araba sufrió una subida significativa, de 38 a 61.

En cualquier caso, la peor noticia llegó ayer procedente de Nafarroa, donde se registró un fallecimiento por coronavirus, el primero en ese herrialde desde el pasado 15 de julio.