Mediante la cada vez más utilizada fórmula del café informativo, el director deportivo del Alavés, Sergio Fernández, departió con los medios de comunicación en el restaurante del Bahk para analizar la situación del equipo un día antes de que comenzase la pretemporada. Los tres positivos por Covid-19 detectados entre la plantilla obligaban a hablar del tema. «No hay que sacarlo del contexto actual, es un problema que está salpicando a toda la sociedad y ninguno estamos ajenos a poder contagiarnos de manera involuntaria», zanjó.

Tiene más quebraderos de cabeza la entidad babazorra que solucionar de aquí a que comience la competición como, por ejemplo, ver qué salida le da a muchos de los futbolistas con los que todavía mantiene contrato, nada menos que 32. No solo hay que limar esa cifra hasta dejarla en las 25 fichas reglamentarias, sino que habrá que hacer hueco para las demandas que ha realizado el nuevo míster, Pablo Machín.

Insistido por los periodistas acerca de cuáles son las posiciones que el técnico soriano pretende reforzar, Fernández declinó bajar al detalle, «porque, en la actual situación del mercado, no podemos dar pistas a nuestros rivales». «Estamos inmersos en una situación muy especial, con grandes restricciones económicas y una postura defensiva por parte de los clubes, de ahí que el proceso vaya a ser más lento de lo habitual», añadió el asturiano.

Ese parón negociador también provoca que al Alavés no hayan llegado ofertas por algunos de sus jugadores –así lo confirmó el director deportivo–, algo que le tranquiliza, ya que «queremos seguir conservando a nuestros mejores futbolistas». La única salida de cierto renombre hasta el momento ha sido la de Demirovic al Friburgo, una de las «grandes operaciones del verano», la calificó, tras el buen rendimiento del bosnio en su cesión al St. Gallen, que no ha pasado desapercibido para el conjunto germano. «Posiblemente aquí no encontró su sitio y la gestión de su vida personal no ha sido la que esperábamos», dejó caer Fernández.

«Tsunami»

La gran novedad, sin lugar a dudas, ha sido el relevo en el banquillo. Una incorporación, la de Pablo Machín, solo posible para el Alavés por el hecho de que «haya tropezado» en sus dos últimas experiencias al frente de Sevilla y Espanyol. «Es un perfil de profesional con el que podemos aprovecharnos mutuamente, para seguir con el crecimiento suyo y del club», apostó.

Javi Cabello será su mano derecha, después de que fuese apartado del cuadro técnico coincidiendo con el despido de Asier Garitano. «Más sabe el tonto en su casa que el listo en la ajena. Digo esto, porque nunca hemos cuestionado sus cualidades y capacidades, pero en ese momento era necesario generar un espacio para ver la situación con una perspectiva diferente y cambiar la dinámica del equipo», aclaró Fernández.

Un «tsunami» que se llevó por delante al técnico de Bergara y que a punto estuvo de dar con los huesos del cuadro albiazul en Segunda. «Fue una situación muy especial que le arrastró, pero ha sido un ejemplo de dedicación, trabajo y entrega», no entrando en detalles sobre el litigio judicial que va a tener lugar entre Garitano y el Alavés a cuenta de las consecuencias económicas de la rescisión de su contrato, «pues no soy experto en dichos temas».

No se escondió, en todo caso, al admitir que «claro que afectó» el hecho de que al vestuario se le aplicase un ERTE durante el confinamiento por el parón competitivo liguero. Un grupo de jugadores que fueron defendidos por Fernández, al asegurar que «a esta plantilla a la que ahora le negamos el pan y el agua, fue la que antes del confinamiento estaba a doce puntos del descenso y seis de Europa».

El director deportivo babazorro insistió en varias ocasiones en darle mayor mérito al actual proyecto deportivo de «un club que estaba hundido económicamente hace unos años, que subió a Primera, llegó a la final copera, fue líder durante cuatro jornadas y está viviendo su segunda mejor etapa histórica en Primera. Que el 90% de los abonados sigan confiando en nuestro proyecto deportivo hay que remarcarlo, porque ellos son una pieza vital», concluyó el director deportivo albiazul.

Jagoba Arrasate y seis jugadores del Athletic dan positivo por coronavirus

La propagación de positivos por coronavirus no se detiene en el fútbol profesional vasco. Si en la tarde del martes se conocían los tres casos del Alavés, a última hora de la mañana de ayer se hicieron públicos otros seis en la plantilla del Athletic y, horas más tarde, el del técnico de Osasuna, Jagoba Arrasate.

En el caso de la escuadra rojiblanca, los contagiados son Iñaki Williams, Unai López, Oihan Sancet, Gaizka Larrazabal, Unai Núñez e Iñigo Córdoba. En cascada, los seis futbolistas fueron comunicando su situación a través de las redes sociales. Todos ellos se encuentran aislados en sus respectivos domicilios y serán sometidos a una nueva prueba PCR la próxima semana. Del mismo modo, los negativos serán analizados de nuevo este viernes.

En idéntica situación se encuentra Arrasate, asintomático y en su vivienda, por lo que será Bittor Alkiza quien se encargue de los entrenamientos de pretemporada a partir de mañana.N.M.