Isaac Zubi
KOLABORAZIOA

No sabe, no contesta

Este título que aquí exponemos coincide con una de las múltiples variables de las que dispone una encuesta. Una opción legítima cuando el encuestado no tiene una opinión formada o los conocimientos suficientes sobre aquello que se le pregunta.

Pese a este encabezado, en esta ocasión no vengo a hablaros de sociología, sino de la actitud que está mostrando la Consejería de Educación del Gobierno Vasco en relación con el comienzo de las clases y los problemas derivados de la pandemia del covid-19.

Apenas transcurrida una semana del inicio de curso lectivo, en nuestro colegio nos estamos enfrentando a diferentes retos con que plantar cara a este nuevo virus y hacer de nuestras aulas y espacios educativos lugares sanitariamente seguros. Para ello, desde la dirección y las AMPA se están llevando a cabo diferentes iniciativas y protocolos para salvaguardar la salud de nuestras hijas e hijos y del personal docente y administrativo, y que necesitan de la validación del Gobierno Vasco y su Departamento de Educación. Por no extenderme en el asunto, en las siguientes líneas expondré brevemente los que a mi juicio son más acuciantes:

Primeramente y en pos de una limitación en la extensión del virus y para una buena trazabilidad y rastreo de los contagios que a futuro se puedan producir, desde el colegio exigimos medios de transporte diferenciados para cada etapa educativa. De esta manera, podríamos poner de por medio la distancia de seguridad que en todo espacio público se nos obliga. Hecha la propuesta, se ha obtenido un no por respuesta.

Seguidamente, y tratando de evitar las aglomeraciones del alumnado en espacios cerrados, el colegio a través de la colaboración de la junta administrativa de Arrazua-Ubarrundia, ha conseguido un local en condiciones para habilitar un comedor. Ante la necesaria autorización para abrir este espacio, sorprende el mutismo de la Consejería de Educación y su delegación provincial, que todavía no ha emitido un dictamen al respecto.

Finalmente, la ratio por aula es considerada una cuestión apremiante al objeto de obtener un distanciamiento adecuado que pueda evitar contagios masivos. El metro y medio como distancia social exigida conllevaría la redistribución del alumnado, la habilitación de nuevos espacios para cubrir las necesidades educativas y la contratación de nuevo profesorado. Este último aspecto, la tan cacareada incorporación de mil profesionales adicionales brilla por su ausencia, pues este comienzo de curso está constatando la no sustitución inmediata del personal habitual, existiendo numerosas bajas sin cubrir y una deficiencia de profesorado manifiesta, inhabilitando las declaraciones de la consejera saliente.

La llegada del nuevo consejero, Jokin Bildarratz, no ha supuesto un gran cambio. Pese a ser diplomado en magisterio, muestra un gran desconocimiento de la situación actual de la educación pública vasca. Ante la convocatoria de huelga auspiciada por todos los sindicatos vascos para el día 15, Jokin pide diálogo y sigue insistiendo que no hay razones para la huelga, escudándose en los perjuicios que esta causaría a las familias más vulnerables y «desestructuradas». ¿Acaso la negación y la ausencia de respuestas ante las iniciativas emprendidas por la dirección y las AMPA de diferentes colegios del País Vasco frente a la terrible pandemia no ocasionarán más inconvenientes cuando los contagios se propaguen por falta de atención o desidia? Y como ha demostrado la primera ola de covid-19, esta se ceba especialmente con los estratos sociales más humildes.

Yo que sepa el consejero Bildarratz sordo no es. Entonces, su actitud y el no sabe/no contesta de su departamento, ¿a qué se deben? Será, como asevera la ciencia sociológica, ignorancia o falta de conocimientos sobre el tema... o será mala fe. Eso solo ellos lo saben pero los problemas ahí siguen.